sábado, 30 de junio de 2007

JUANJO Y EL PRODUCTOR IMPASIBLE: SEGUNDA ENTREGA

Juanjo: ¡Hola, señor Productor Impasible! Hoy le traigo un nuevo proyecto. Creo que éste será más de su estilo.


Juanjo: Ya sabe lo que dicen por ahí: “Si quieres encontrar una buena historia que le guste a todo el mundo, ¡recurre a los clásicos!



Juanjo: ¡Sí! Lo ha adivinado. Vengo a proponerle un remake. De uno de los grandes hitos de la historia del cine. Me refiero a “Doce hombres sin piedad”. Y usted se preguntará: “¿No han hecho ya veinte versiones de esa historia?”. Pues sí... pero ninguna como ésta, se lo aseguro. Porque mi versión no va a estar rodada con actores de carne y hueso, sino con... ¡¡camiones!! Incluso tengo el título perfecto para ella:

¡DOCE CAMIONES SIN PIEDAD!



Juanjo: La trama es bastante fiel a la original. Trece camiones se encierran en un hangar, porque han sido escogidos como jurado para deliberar sobre la suerte de otro camión. Un camión acusado de cometer una infracción de tráfico que parece evidente. Si los trece camiones del jurado le declaran culpable, ¡el acusado será condenado al desguace!



Juanjo: No, no se preocupe... Hay una esperanza para el acusado. Porque uno de los trece camiones, el más sensato de todos, no lo ve tan claro. Así que empieza a poner en tela de juicio todas las pruebas acusatorias, y poco a poco va haciendo dudar a los otros doce camiones...



Juanjo: He estado reunido con otros productores, ¿sabe? Declararon el proyecto inviable, porque los camiones no hablan. Pero yo sé que usted es un productor bastante más abierto, y comprenderá que hay otras maneras de comunicarse. En “Doce camiones sin piedad”, los camiones se comunicarán... ¡en código morse!



Juanjo: No... No ha oído usted mal. ¡Código morse! Utilizarán sus cláxones para combinar pitidos largos y cortos... ¡y también pueden hacer morse encendiendo y apagando sus faros, y sus intermitentes!



Juanjo: En principio me gustaría dejar el idioma morse de los camiones tal cual, sin subtítulos. Yo... respeto mucho las iniciativas de Mel Gibson, ¿sabe? Pero si el propio Gibson al final cedió y subtituló a sus arameos y a sus mayas... supongo que yo también podría llegar a admitir subtítulos. ¡No creo que nos vayamos a pelear por eso!



Juanjo: ¿Por qué me mira así? No irá a decirme usted también que será una peli demasiado estática... Pero, ¿Cómo va a ser estática una peli rodada con vehículos? Mi idea es jugar mucho con los movimientos de los camiones, dando vueltas los unos alrededor de los otros mientras deliberan, y componer planos chulos, y camiones que se acercan a la cámara para soltar monólogos reflexivos, mientras los demás escuchan, al fondo...



Juanjo: Piense en las posibilidades de mezclar los clásicos de siempre con la fuerza y el poder de los camiones. Incluso podemos contratar a camiones famosos, para tener más tirón en taquilla: El personaje más cabroncete, por ejemplo, lo podría interpretar el camión de “El diablo sobre ruedas”. Y también podemos fichar al camión de “Yo, el halcón”, y al que se choca con el helicóptero en “Terminator 2”... y al camión de Devon en “El coche fantástico”... El más anciano de todos puede ser el camión militar que transporta el Arca de la Alianza en “Indy y el Arca Perdida”...



Juanjo: Bueno, si quiere también algún camión español, por aquello de las co-producciones y las subvenciones del ICAA, podemos contratar también al camión que está a punto de atropellar a Guillermo Montesinos en “Amanece que no es poco”, o al de “Cachito”. Había un camión en “Cachito”, ¿no?



Juanjo: Y alguno de ellos puede chutarse con gasolina adulterada, para darle a la peli un toque más social...



Juanjo: No le veo muy receptivo... Si quiere puedo explicárselo con un powerpoint que...



Juanjo: Eh... Esto... Bueno... Le dejo aquí mi currículum y el dossier del proyecto... Mi número de teléfono está en los dos sitios... Llámeme cuando quiera... Seguro que podemos llegar a... algún tipo de acuerdo... ¡Ha sido un placer!

jueves, 28 de junio de 2007

LA BANDA SONORA DEL RODAJE

A estas alturas todos sabemos que la banda sonora de Gritos es lo que algunos expertos denominan “la polla”. Incluso el propio Alan Silvestri fue informado de ello el otro día, a través de nuestro estimado César del Álamo.


César del Álamo pasándole el brazo por encima al tío que compuso la BSO de Regreso al futuro. Si tenemos en cuenta que César se parece a Hans Zimmer, ¡es un gran momento! Y si resulta que César no se parece a Zimmer, seguiría siendo un grandísimo momento.

Pero antes de poder disfrutar de esa pedazo de música de Andrés y Javi, tuvimos otra excelente (o cuando menos curiosa) banda sonora que amenizaba nuestro rodaje de Gritos en el Pasillo, en nuestra celda del Centro de Arte Juan Ismael.


Como rodábamos sin sonido directo, en los momentos más distendidos teníamos la feliz ocurrencia de trabajar escuchando Radio 3.

Así que ya os podéis imaginar la clase de música que presidía nuestras jornadas, más próxima a “La tranca de Lautrec” que a “La oreja de Van Gogh”, por expresarlo de alguna manera.

Pero dejemos de expresarlo de cualquier manera, y permitamos que sean las propios títulos los que hablen por sí solos.

Antes de empezar, he de agradecer la colaboración del señor Lou Diamond Philips, que me ha refrescado la memoria con un par de títulos que me había pasado por alto, y me ha suministrado los enlaces de youtube.


Voy a empezar por la que considero más emblemática, si tenemos en cuenta la cantidad de opiniones, tarareos y versiones que suscitó entre nosotros y la mayor parte de nuestro equipo de rodaje (es decir, entre nosotros y Efrén).

Me refiero a esa joyita de ASTRUD titulada: HAY UN HOMBRE EN ESPAÑA.


Pueden disfrutar de la canción AQUÍ.

Fue nuestro primer encuentro con Astrud. Alby y yo no dejábamos de pensar en ella. Yo por entusiasmo. Alby por estado de shock.

La canción habla de un hipotético hombre que realiza en nuestro país todas esas tareas que normalmente uno se pregunta: “¿Quién coño hará esto?”

Por ello mismo, el pegadizo y épico estribillo de la canción reza: “Hay un hombre en España que lo hace todo. Hay un hombre que lo hace todo en España.

Si eso de por sí ya es impresionante, los que hayan visto el video musical arriba enlazado, se habrán dado cuenta de que está íntegramente rodado ¡¡en China!! ¡¡Y con chinos de verdad!! Por si fuera poco, ponen en la parte inferior de la pantalla la traducción en caracteres chinos, imitando a los vídeos de karaoke que uno encuentra en el televisor de la esquina superior izquierda de cualquier restaurante chino decente.

La ambientación oriental me parece atinada, ya que, por alguna oscura razón, siempre que escucho el final de la canción, me recuerda al tema principal de la serie Yamato. Sí. Aquella del barco de la armada japonesa reciclado en nave espacial para luchar por la gloria del imperio japonés en los espacios interesterales.

Pero ésta no fue la única joyita de Astrud que nos brindó Radio 3 en aquellos meses.

El grupo catalán volvió a atacar con una delicatessen titulada: TODO NOS PARECE UNA MIERDA.

La pueden saborear AQUÍ.

En este caso, el estribillo vuelve a ser una delicia: “Todo nos parece una mierda. Todo nos parece una mierda. Todo nos parece una mierda, menos lo vuestro.

Creo que ninguna de las palabras que pueda garabatear aquí alcanzarán la elocuencia de la canción de Astrud, así que dejaré que hable por sí sola.

Ahora, por aquello de buscar el contraste, vamos a pasar de los catalanes a unos germanos que saturaban de forma harto pegadiza los altavoces de la radio: RAMMSTEIN.


AQUÍ pueden ver el vídeo de su canción AMÉRIKA, que dice algo así como “Güi güan liiivnin Ameeeerica.... América.... Améeeeeeericaaaa...

A fuerza de escucharles desgañitarse mañana tras mañana, se convirtieron en colegas. Creo que incluso legaban a marcarnos un ritmo. Si cuando sonaban ya habíamos rodado un par de planos, eso significaba que íbamos a buen ritmo.

Pasemos ahora a otro grupo delicioso que descubrimos gracias a Radio 3: ¡¡L-KAN!!


L-KAN es algo así como si los ochenta regresasen, pero porque de verdad les apetece, no porque en los programas de la tele nos digan que lo ochentero está de moda. Algo así como si Objetivo Birmania nunca hubiese muerto: Simplemente les enterraron vivos, y tuvieron mucho tiempo en el ataúd para meditar sobre el funcionamiento del Cosmos y todas esas cosas.

Mi canción favorita de L-Kan sigue siendo la primera que nos regaló Radio 3: MI COCIENTE ES DIFERENTE.

Lamentablemente, no la he encontrado en el youtube, y soy demasiado vago para buscarla en otros sitios.

Los primeros versos de la canción nos sirven de sinopsis:

Voy a confesar mi problema: Soy superdotada, pero me hago la mema. Mi cociente es diferente y me hace muy difícil el estar con la gente”.

¡Y la canción va precisamente de eso! De una chica inteligentísima y superdotada que un buen día, para poder integrarse mejor en sociedad y que no la vean como un bicho raro, decide cambiar de look y de comportamiento, fingiendo que es una auténtica mema superficial. ¡Y le funciona!

La canción de L-KAN que sí me ha encontrado en el youtube Lou Diamond Philips es: YO YA NO.

Todavía recuerdo la indignación de Efrén cuando la escuchó. No le puedes enseñar algo como “Yo ya no” a un fan de Led Zeppelín, Deep Purple o Pink Floyd. Es como si idolatras a Velásquez y, de repente, llega Duchamp y te cuelga un urinario en un museo.

Pero si tienen ustedes un estómago musical abierto al riesgo, les recomiendo que pinchen AQUÍ y vean el vídeo.

La canción se limita a enumerar, con un ritmo monótono y entrañable, todas las cosas que los cantantes YA NO HACEN. Porque la vida es cambio, y el cambio es evolución.

La canción es una apología a la flexibilidad, al fluir, al adaptarse a las nuevas circunstancias.

De hecho, la canción prácticamente termina con un: “¡Viva Heráclito! ¡Abajo Parménides!

Toda una declaración de intenciones.

Después de eso, pensábamos que Radio 3 ya no podría sorprendernos con nada. CRASO ERROR. No habíamos contado con MC NAMARA.


La canción en cuestión: SOY DRÁCULA.

Pueden alucinar AQUÍ. Pero primero pónganse un lápiz entre los dientes.

Aunque tengan el enlace en el renglón anterior, el sentido de la poética me obliga a transcribir aquí un trozo de la letra de la canción:

Soy Drácula.
Estoy operada,
Y tengo mecanismo de mujer.
Bienvenida a mi morada,
No pago alguiler.
Me hago bocadillos de caviar.
La sangre es vida, vida, vida mía...


Algo así...

Una canción mítica. A la altura de “Lámparas de lava, chicas de agua con gas”.

La cosa podría haber quedado ahí, pero trajo daños (o delicias) colaterales: Alby, buscando en internet el tema de McNamara, se topó con ESTO.

Sí... De verdad existe. Es una canción de verdad. Y se titula: SOY UN DRÁCULA YEYÉ.

Se trata de una parodia de Thriler, de Michael Jackson, cantada por el propio Andrés Pajares. Con frases tan antológicas como: “Yo no duermo en ataúd ni nada de eso, veo la televisión y como queso”. O, “Soy amigo de los hippies”. Como ven, ejemplar testimonio de su época.

Por favor, ¡pinchen en el enlace! ¡Tienen que verlo! La humanidad lo necesita. Ni penicilina ni leches. Drácula Yeyé.

Para clausurar la sección Radio 3, ¿qué mejor homenaje que entonar todos a coro: “SIIGLO VEINTIUNOOOOO”, así, con voz de reggietónico-hip-hopero, intentando imitar a Jota Mayúscula, del club de los poetas violentos.

Pero nuestro viaje no concluye con Radio 3.

Hay algún que otro tema que merece estar aquí, porque también se infiltró en la rutina del rodaje.

Uno de esos temas es DEAD FOR YOU, de NAWJA NIMRI.

Verán... Estuvimos muchos meses trabajando en el Centro de Arte Juan Ismael, y eso quiere decir que nos mamamos un buen puñado de exposiciones de arte contemporáneo.

En una de ellas, llegaron unos tipos y colgaron en las paredes del centro una fotografía aérea gigante de Puerto del Rosario. La foto era preciosa, así que el artista tuvo la feliz idea de estropearla plantando en medio de la foto una televisión de pantalla extraplana. En esa televisión, se proyectaba un vídeo en el que un travesti se desnudaba en una habitación, al ritmo de esa canción de Nawja Nimri. Al parecer, era una metáfora de algo.

El caso es que, por mucho que pueda molar la canción, el dichoso video estaba puesto en bucle y nosotros, por lo tanto, condenados a escucharlo una y otra vez, con ese insistente: “Naaaa, na, naa na, naa, naa, naaaa, naaaa, na na, naa, naaa, naaaaaa, naa, na, na, na, naa, ná...

Al final te producía la misma sensación de tortura psicológica que el ruido del frenazo de ese puto banner que suele anunciar al seat león en el messenger y el hotmail.

En otra ocasión, sucedió algo similar con otra exposición. Pero en ese caso, cual si de una profecía del Destino se tratase, tratóse también de la banda sonora de LA MUERTE TENÍA UN PRECIO, de ENNIO MORRICONE.

Y creo que eso es todo. Muchas gracias, señor Diamond Philip, por su ayuda.

martes, 26 de junio de 2007

NUEVA SECCIÓN: JUANJO Y EL PRODUCTOR IMPASIBLE

¡Hola, queridos Nutties!

Hoy llego con la intención de inaugurar una nueva sección.

Resulta que no todos los productores son tan arriesgados y abiertos de mente como los que producen Gritos y Zombie Western. ¡Y menos en nuestro país!

Es por ello que he decidido deleitarles/castigarles de vez en cuando con este nuevo apartado titulado Juanjo y el productor impasible.

En cada entrega de este serial, podrán ver cómo un servidor intenta vender un proyecto descabellado a un productor estándar estereotípico que he decidido bautizar como “el productor impasible”.

Aquí les dejo, pues, sin más preámbulos, la primera entrega:

JUANJO Y EL PRODUCTOR IMPASIBLE. PRIMERA ENTREGA

Juanjo: ¡Hola! ¡Buenos días! Verá... yo... venía a presentarles un proyecto...


Juanjo: Creo que tengo en mi cabeza justo lo que anda buscando su productora. Se trata de una película realmente innovadora. Un concepto arriesgado, ya sabe...

Juanjo: Esto... eh... supongo que estará impaciente por conocer el concepto. Así que voy directamente al grano. Intente visualizarlo: ¡Un cuchillo explosivo!


Juanjo: Quizá no me he explicado bien. Verá... Me refiero más bien a un machete... Como el que llevaba Rambo en...


Juanjo: Bueno... En realidad es un paso más allá de Rambo, porque es... ¡Explosivo! Cada vez que la hoja del machete se clava en un enemigo, el mango del machete provoca una explosión que devasta completamente al susodicho enemigo. Ya sabe... como las granadas de mano...


Juanjo: Sí... Ya sé lo que se está preguntando: “¿Eso no mataría también al tío que empuña el machete?”. ¡No se preocupe! Eso también está previsto. Verá... Precisamente por eso, ese machete sólo lo puede empuñar un hombre. ¡Un único hombre, genéticamente alterado para que su piel pueda resistir el impacto de las explosiones a centímetros de distancia! Ya sabe... algo así como... “el elegido”...


Juanjo: Pero claro... Eso sería aburrido, porque el protagonista sería casi invencible, como en “El Cuervo”, y eso le quitaría emoción... ¡Pero tengo también una solución para eso! Verá... En cierto momento de la trama, el malo encadena con unas esposas al protagonista y a la mujer que ama. De esa manera, pues... le neutraliza... Porque surge un conflicto: ¡No puede matar a sus enemigos, porque la explosión provocada por el machete mataría a su amada!

Juanjo: Así que se convertiría en una peli de ingenio. No es la típica peli de acción descerebrada. Es una peli de: ¿Cómo puedo utilizar un arma explosiva de cuerpo a cuerpo sin que mis acciones dañen a mis seres cercanos y queridos? Es una metáfora... Es que a mí me gustan tanto las pelis de Shyamalan...


Juanjo: ¡Pero ahora viene lo mejor! Al final, el malo le dice algo así como: “Jajajaja. No me puedes matar porque si me matas ella muere. Por eso nunca serás tan grande como yo.” ¡Y entonces, el prota... ¡¡¡LE ARROJA EL MACHETE!!! ¡Y de esa manera el machete explota, pero lejos de ellos! Es como... el triunfo del ingenio sobre los poderes de represión del estado, y...

Juanjo: No percibo la emoción en su rostro... Tal vez no me he expresado con claridad... No sé... Yo creo que tenemos un bombazo comercial entre manos. A la gente le gustan las pelis de karate y mamporros, y por otro lado demandan explosiones. Con esta fórmula que he descubierto, se pueden fusionar las dos cosas. Es como si cada vez que el prota diese un puñetazo a un chino... ¡el chino explotase y reventase en mil pedazos!


Juanjo: ¿Qué pasa? ¿Olvidé decir que los malos eran chinos?

Juanjo: En fin... Supongo que ahora mismo está usted en shock. Consúltelo con la almohada. Piense en ello. Además... ya tengo el título perfecto para nuestra película:

¡¡BOOM KNIFE: MACHETE EXPLOSIVO!!


Juanjo: Hombre... No es un título definitivo... Es un güorkin taitel ... Y podríamos buscar a algún actor mítico para el papel del prota, como hace Tarantino. Creo que sería una oportunidad perfecta para resucitar a Lorenzo Lamas.



Juanjo: ¿Y a Dolf Lundgren?


Juanjo: ¿Mario Van Peebles?



Juanjo: ¿Armin Mueller Stahl?


Juanjo: ¿Chete Lera?



Juanjo: Eh... Esto... Bueno... Le dejo aquí mi currículum y el dossier del proyecto... Mi número de teléfono está en los dos sitios... Llámeme cuando quiera... Seguro que podemos llegar a... algún tipo de acuerdo... ¡Ha sido un placer!


Teaser cartel de BOOM KNIFE: MACHETE EXPLOSIVO, por cortesía de Alby.

viernes, 22 de junio de 2007

LO QUE QUEDA DE MÍ LES SALUDA


Estoy cansado.

Intentaré decirlo de nuevo, de otra manera, para que no suene victimista:

Estoy cansado.

Hemos tenido una semana muy intensa, trabajando en Zombie Western. Tardaré un tiempo en descomprimirme y volver a la normalidad. A veces me descubro a mí mismo pensando en inglés, o incluso hablando en inglés a gente a la que debería hablar en español. Esquizofrenia, lo llaman.

Supongo que no es el peor efecto secundario de trabajar en una película de zombies: Peor sería ir por ahí disparándole a los borrachos al cerebro, o negarme a entrar en los centros comerciales, o ir por ahí como Alby, que cada vez que conoce a alguien lo analiza para ver si se trata de una persona útil o prescindible cuando los zombies nos invadan.

Hoy, tras dejar a Tor en el aeropuerto, me he permitido unas horas de relax, y han sido devastadores. He bajado la guardia, y todo el cansancio acumulado se ha abalanzado de manera implacable.

Estos días han sido bastante productivos. Alby y yo hemos convencido a Tor para conservar ciertas cosas. Él nos ha convencido para cambiar ciertas otras. Cuando más tiempo pasamos juntos, más fácil nos resulta ponernos de acuerdo en todo.

Me cae bien Tor. Me cae tan bien, que ni siquiera le pegué un puñetazo cuando me enteré de que nunca había oído hablar de La Princesa Prometida. Habría sido una buena oportunidad de poner a prueba mi Aikido contra su NinJutsu, pero las luchas de ninjas contra samuráis ya están muy vistas, y él tendría varios puntos de ventaja, porque todos sabemos que ser ninja mola más.
Mis incursiones en el idioma danés son más lentas que las de Tor con nuestra lengua. Pero ya sé cómo se dice “cerveza”, “carne” y “dormir”. Creo que no necesitaré nada más para sobrevivir en Dinamarca. (Sí. Lo sé. Están pensando que me falta una cuarta palabra, pero les aseguro que voy para allá con la intención de trabajar. Nada de distracciones mundanas. Y eso que una mujer entrenada para pronunciar esas vocales tan extrañas que tienen los daneses, tiene que hacer maravillas con la boca...)

Hoy han puesto Gritos en Lanzarote, en los cines “El almacén”. Al final no me ha sido posible asistir. Como vivo justo en frente de Lanzarote, intenté echar un ojo con los prismáticos, por si se dejaban una rendija de la puerta del cine abierta, y conseguía ver la peli desde aquí.

No pudo ser. Espero que haya ido todo bien en la isla vecina.

Y hablando de ver Gritos en el Pasillo: Hoy he descubierto algo que me obliga a recomendarles que no se descarguen esa copia que pulula por emule, y por ciertas webs de descarga directa. Si el autor de la copia es un tal "copicopi", o algo así, la copia no es recomendable.

Les aseguro que no se trata de ningún truco anti-emule. Lo que les voy a decir es totalmente cierto:

Hoy, analizando ciertos momentos de esa copia, me he dado cuenta de que no es una copia definitiva. Se ve que alguien se ha hecho con una copia de la peli inacabada, y por lo tanto, NO ES LA BUENA.

¿En qué se nota el cambio? En que no lleva la mezcla de sonido definitiva, sino un sonido menos trabajado y, por lo tanto, menos efectivo.

Si quieren ver Gritos de forma pirata, les recomiendo que al menos se esperen a tener una copia más decente.

Hasta pronto, mis adorados nutties.

miércoles, 20 de junio de 2007

PAPÁ, DE MAYOR QUIERO HACER PELÍCULAS SOBRE MUERTOS QUE SE COMEN LA CARNE DE LOS VIVOS HASTA QUE ESOS VIVOS SE CONVIERTEN TAMBIÉN EN GENTE MUERTA


Les aseguro que no era eso lo que contestaba cuando alguien me preguntaba “¿Qué quiere ser de mayor?”. Pero aquí nos tienen.

Las ideas fluyes y crecen como hongos ensangrentados. Hay más ideas sobre la mesa de las que caben en el guión. Nuestros productores necesitan un guión más corto. Nosotros lo intentamos, pero cada vez que se nos ocurre algo para acortar, ese algo resulta tener demasiado potencial y alarga más todavía la peli.

Me temo que, cuando lo tengamos todo, habrá que sacar las tijeras de podar y amputarle un centenar de cosas al guión. Muchas buenas ideas se quedarán en la papelera, así que tendremos que guardar esa papelera para próximas pelis. Nunca se sabe qué clase de basura querremos rescatar en el futuro.

Estoy mental y espiritualmente exhausto. No he tenido tiempo de resetearme tras la vorágine de Gritos (que aún sigue dando coletazos a diestro y siniestro).

Cuando hablo con Tor sobre Zombie Western, me siento como un soldado recién llegado de la guerra, delante de un niño que le dice entusiasmado: “¡Vamos a jugar a las trincheras!”

Tor es todo entusiasmo, inocencia, amor por lo que hace.

Yo intento contagiarme de la ilusión de Tor. Pero ahora mismo tengo miedo. Tengo demasiado fresco el campo de batalla. Sé que un rodaje es horror, dolor, extenuación. Casi puedo paladear los mil imprevistos que acechan más allá del papel, en el mundo real.

Supongo que esta vez será distinto. Esta vez habrá presupuesto. Presupuesto... ¿Qué es eso? ¿De verdad existe? Nosotros venimos de un mundo en el que el concepto de presupuesto ha sido siempre tan tangible como el monstruo del Lago Ness.

Y a veces creo que no es cuestión de presupuesto. Un rodaje siempre es un infierno. Es como en Aliens. Obligan a la teniente Ripley a regresar al horror. Le prometen que esta vez será distinto. Esta vez hay más presupuesto. Más armas. Más marines. Granadas, lanzallamas, robots que son más buena gente que Ian Holm...

Pero la respuesta a todo eso, es una sola frase, pronunciada por la pequeña Newt: “That wont make any diference”.

Un alien es un alien.

Pero podría ser peor. Hay muchos motivos de consuelo en nuestra situación. Tenemos el consuelo de que estamos haciendo una peli de zombies de verdad, en lugar de un tostón sobre zombies de mentira, que es lo que suele hacer la gente en este país. Tenemos el consuelo de que tenemos entre manos una historia realmente buena, y unos personajes de los que podemos sacar mucho jugo. Tenemos el consuelo de que seguimos siendo un equipo que se siente muy cómodo consigo mismo. Y nuestros colegas daneses también parecen encajar muy bien.

Tor es un tío realmente agradable, y el cabrón aprende español a una velocidad vertiginosa. Creo que los daneses aprenden idiomas con la misma rapidez con la que Neo aprende Kung fu.

Ahora mismo le tengo al otro lado de la mesa, haciendo bocetos para la marioneta del jefe indio. Mientras, yo aprovecho para poneros al día.

Mi colega vikingo ha traído a la isla unos cuantos DVD´s para solucionar algunas imperdonables lagunas en mi conocimiento fílmico, como “High noon”, de Zinneman, o “El hombre que mató a Liberty Balance”, de John Ford.

Yo, por mi parte, tengo que solucionar algunas lagunas suyas igual de imperdonables, como las pelis de Joe Dante, “Sed de mal”, de Welles , “Dellamorte delamore”, de Michele Soavi, o “Mentiras arriesgadas”, para que vea que Cameron tiene otras exquisiteces, además de Aliens.

Joder, qué buena es Aliens. Cuanto más la veo, más me gusta. Qué realización, qué fotografía, qué ambientación, qué bichos tan currados, ¡qué todo!

Qué metáfora tan linda son los aliens. Surgen del pecho de los hombres. Sentimientos negros que brotan de nuestro corazón. Es lo peor de nosotros mismos acechándonos y destruyéndonos. Tienen ácido en las venas. Si los dañamos, nos dañamos a nosotros mismos. No tienen ojos. Su diseño es un pene con mandíbula humana. Apolo y Dionisio fusionados cual Goku y Vegeta.


Esto... creo que... debería seguir trabajando.

domingo, 17 de junio de 2007

TOR, ALBY, LOS ZOMBIES Y YO


Ésta es la cara que se le pone a uno cuando trabaja en un western de marionetas zombies.

viernes, 15 de junio de 2007

¡NUESTROS COMPOSITORES NOMINADOS!

Empiezo con este título porque la noticia lo merece. Andrés y Javi han vuelto a ser nominados a los premios Goldsmith, que se entregan en el Congreso Internacional de Música de Cine de Úbeda.


Andrés de la Torre y Javier López Vila. Como Goldsmith y Kamen nos abandonaron, tuvieron que aparecer otros dos genios para compensar.



Los premios Goldsmith nacieron en honor al compositor del mismo nombre. Ese entrañable señor que nos dio joyitas como las banda sonoras de Gremlins, La profecía, Rambo, No matarás al vecino, L.A Confidential.

El mundo de la música cinematográfica perdió lo inimaginable el año en que murieron él y Michael Kamen.

Pero dejémonos de lutos, y empecemos con las celebraciones. Nuestros jóvenes compositores, que fueron nominados el año pasado en la categoría de composición en desarrollo (presentaron el tema principal de Gritos) se han presentado este año a la categoría de banda sonora completa, presentando esta vez la banda sonora de Gritos entera.

Han vuelto a ser nominados. Compiten con otras cuatro películas: Dos estadounidenses, una británica, y una española.

Allí estarán nuestros músicos, en el congreso internacional, codeándose con gente como John Powell, John Debney y Javier Navarrete.

Ojalá tengan suerte. ¡Se la están ganando a pulso!

Pasemos de la música a la literatura. Me he cansado ya de leer Tiranosaurio. Mi naturaleza impaciente no ha soportado leer los tres primeros capítulos sin encontrar ni rastro de dinosaurios. ¡Y eso que he buscado a conciencia, asomándome por detrás de cada “T”, y mirando por debajo de la alfombra de cada “ñ”!

Lo malo de los libros de Lincoln y Child es que el lector disfruta de lo lindo con los cuatro primeros que lee. Después de eso, tiene datos suficientes para llegar a la conclusión fatal: Todos sus libros son iguales. Y, por tanto, predecibles.

Uno acaba detectando parámetros repetidos, que desembocan en leyes absurdas, como: “No me han descrito el color de pelo y la forma del mentón de este personaje, ergo no es importante, ergo va a morir dentro de cinco párrafos”.

De todos modos, a partir de mañana dejaré de tener tanto tiempo para leer.

¿Qué ocurre mañana?

Que llega Tor.

Pasaremos seis días encerrados, manipulando zombies en el papel. Tenemos que ponernos de acuerdo sobre unas cuantas cosas, para que Alby y yo podamos escribir la tercera versión del guión.

Ya hemos intercambiado impresiones por mail, así que empezaremos con gran parte del trabajo avanzado. Eliminaremos a algunos personajes, salvaremos a otros, inventaremos muertes más originales, los dedos sobre el teclado sonarán a tambores indios de guerra, la sierra mecánica de vapor rugirá en nuestras cabezas, demandando carne fresca, o carne zombie... y si el maldito clip del word se atreve a asomar para volver a dar por saco, la sangre lo salpicará como si fuera Carrie, y se marchará corriendo hacia las profundidades internas de mi ordenador, desconsolado, pensando para sus raquíticos adentros: “No... estos tíos no quieren escribir ninguna carta... y yo no puedo ayudarles en lo que quieren hacer, no estoy preparado para ello, perdería demasiados puntos de cordura...



Las piezas de mi novela siguen encajando en mi mente, como huesos pringosos de un esqueleto monstruoso, bellísimo. Ojalá consiga reflejar esa belleza cuando la obligue a descender hacia la cárcel de las palabras.

Si sigo a este ritmo, creo que cuando Tor se marche estaré preparado para empezar a escribirla.
Me obligo a mí mismo a retomar el ejercicio físico. Me viene bien no sólo para el cuerpo. Me ayuda a pensar, y a desentumecer mi inspiración.

He retomado una vieja costumbre: Caminar por las rocas que hay junto a mi casa, cuando la marea baja.


Es un ejercicio muy completo, lo de caminar por las rocas. Uno acaba saltando de una piedra a otra, para evitar los charcos, y mueve todos los músculos de su cuerpo en el intento de no perder el equilibrio. Allí, en compañía de los cangrejos y las babosas marinas, puede recorrer kilómetros de superficie marciana sin darse cuenta.

Algunas rocas son resbaladizas, perversas, traicioneras... Ayer una de ellas me hizo caer, y mi rodilla sufrió un doloroso aterrizaje contra la piedra. Regresé a casa cojeando y maldiciendo, pero consciente de que regresaría al día siguiente.

Supongo que esa clase de caídas existen para que no se nos adormezca el instinto de lucha.

Así que, con el permiso de ustedes, me voy a caminar por esas rocas, antes de que se ponga el sol.

miércoles, 13 de junio de 2007

VAINAS Y OTRAS VAINAS

Empezaremos esta entrada cumpliendo la promesa formulada en la anterior.

Aquí les dejo, para los más escépticos, para aquellos que no se creen que el dvd venga con un minuto extra de CARRERA DE VAINAS, un fotograma de la susodicha carrera:

Este contenido adicional del dvd ha sido elaborado por el señor Light Artisan, y sólo añadiré dos palabras para que valoren más su trabajo:

Stop motion.

En otro orden de cosas, o más bien en otro des-orden (mental), quiero aprovechar la entrada para remitirles a dos entrañables pastelitos.

Pastelito número uno:

Los insignes gamberros de ABANDOMOVIEZ me han hecho una entrevista grabada para su web. Posiblemente la entrevista más original que me han hecho hasta el momento.

Pastelito número dos:

Álvaro Matías Sánchez, del fanzine majorero enBABIA, escribió con mucho cariño un artículo sobre un acto que yo recuerdo con el mismo cariño: La premiére de Gritos en Fuerteventura.

Para nosotros significa mucho que conecten tan bien con la peli en la isla que la vio nacer.

¿Qué más contar? Paso mucho tiempo encerrado en casa. Tras la vorágine de la promoción de la peli, me ha poseído una actitud de ermitaño.

La idea de mi nueva novela sigue fermentando poco a poco en mi interior. Será de terror. Una vez más. Los personajes crecen minuto a minuto en mi imaginería febril, las ideas se agolpan en rincones de mi mente a las que nunca soy capaz de llegar para sacudir las telarañas.

No podré dedicarle demasiado tiempo de momento, porque el guión de Zombie Western necesita algún cambio que otro. Me lo tomaré con calma. Será mi hobby, mi refugio.

Hay que estar loco para refugiarse del trabajo con más trabajo. Supongo que es algo que sólo le sucede a los que disfrutan con su trabajo. Y yo pertenezco a esa prole de bichos raros, incomprendidos, que prestan oídos sordos a las maldiciones que pesan, según dicen, sobre los descendientes de Caín.

Creo que, una vez más, saldrá un engendro destinado a que César del Álamo me compare con Clive Barker.

Desde hace unos años, César tiene la insana costumbre de decir que algunas de las cosas que hago le recuerdan a Clive Barker. En mi último cumpleaños, el señor del Álamo me regaló tres libros (de sangre) repletos de relatos del señor Barker.

Ese regalo tenía una doble finalidad:

a) Obligarme a leer cosas de Clive Barker de una maldita vez.

b) Familiarizarme con el universo Barker, porque dos de cada tres proyectos en los que César pide mi Sanchopánzica colaboración, suelen tener reminiscencias barkerianas.

Pues sí. Ahora que conozco a Barker, creo que mi próxima novela también va a acercarse a esos registros.

Lo cierto es que en cuanto empecé a leer relatos de Clive Barker me sentí orgulloso de que mi manera de amontonar las letras y los conceptos puediese recordar en algo a la de ese puto genio.

Ese tío es, definitivamente, uno de los mejores escritores de terror de la historia, y de cuando en cuando acudo a los libros que me regaló César, a leer otro relato, como el goloso que guarda en su despensa una tableta de chocolate y de vez en cuando se permite una oncita después de comer.

Ahora que he recobrado la tranquilidad y la estabilidad mental (esto último sólo se lo creerán los más ingenuos) he recobrado también la costumbre de leer.

Soy de los que necesitan leer, además del tiempo para ello, la calma interior que permite saborear y asimilar lo que se lee. Nunca he entendido a qué se refieren los que dicen de un libro o de un guión aquello de “lo he leído por encima”.

Anoche acabé un libro interesante, regalo de mi amiga Yoana. La novelita en cuestión se llama La piel fría, y es obra de Albert Sánchez Piñol.

Cuando leí las primeras páginas, temblé, pues todo apuntaba hacia uno de esos coñazos contemplativos tan comunes en nuestra literatura patria. Pero cuando uno lleva leídos dos o tres capítulos, la novela da un vuelco, y se convierte en lo que describen muy acertadamente en la contraportada como una mezcla de Conrad, Stevenson y Lovecraft.

El estilo de escritura me pareció excelente. Una prosa sencilla y directa, no porque haya renunciado a la belleza poética, sino porque sabe administrarla de la manera adecuada, con precisión casi quirúrgica.

Las reflexiones sobre la naturaleza humana que propone la novela son de una profundidad filosófica que nos remite al antes mencionado Conrad, y a su antecesor, Jonathan Swift.

Un libro en el que se agradece infinitamente la ausencia de tabúes. Quizá un poco claustrofóbico para mí, aunque si dejase de serlo, dejaría también de ser un discurso coherente.

Y ahora me dispongo a estrenar un libro que James Joyce siempre quiso escribir, pero como no se atrevió, ha tenido que desempeñar esa tarea humanitaria Douglas Preston. Me refiero al título que más promesas me ha susurrado al oído desde hace eones: TIRANOSAURIO.

Lo encontré el otro día en una estantería de mi casa, y me regañé a mí mismo por haber ignorado su existencia hasta ahora. ¿Qué deidad de la letra impresa escuchó mis plegarias?

Un ejército de páginas encabezadas por el nombre de uno de mis escritores de Best Sellers favoritos, y el nombre de uno de mis dinosaurios favoritos. Si no sale nada entretenido y reseñable de esa combinación, perderé mi fe en el buen funcionamiento del cosmos.

Lo cierto es que me da un poco de miedo ver funcionar a Douglas Preston en solitario, sin las incisivas y terroríficas aportaciones de Lincoln Child, pero ya he leído el prólogo y, ¿sabéis qué? ¡El prólogo transcurre en la luna, durante la expedición Apolo 17!

Una novela de dinosaurios que comienza en la luna. Como resulte estar aliñada con conspiraciones nazis, voy a ser muy feliz. Muy, muy feliz. Alfred J. Cuak a mi lado va a parecer una versión chunga de Donnie Darko.