martes, 30 de octubre de 2007

“LA MIERDA” ES UNA REALIDAD

Ya sé que el título de este post es una perogrullada.

Sólo pretendía decir que acabo de finalizar mi novela número 13.

Al final ha quedado más corta de lo que yo mismo imaginaba.

21.503 palabras.

Supongo que si fuese más larga parecería más novela. Pero siempre dejo que mis engendros elijan por si mismos dónde quieren terminar.

No sé si la novela es buena o mala. Me importa un carajo. Necesitaba sacármela de la cabeza, y dejar espacio libre para cosas más bonitas.

Supongo que tendría que haberme demorado un día más. Habría sido bonito terminarla el día de Halloween.

He tardado exactamente quince días en escribir esta mini-novela. Medio mes. Aunque los cinco o seis días que pasé en Fuerteventura fueron un paréntesis para la novela.

He utilizado diferentes ambientaciones musicales para amenizar mis sesiones de escritura. Algunos trozos los he escrito escuchando a Dead Can Dance, otros con la banda sonora de Hasta que llegó su hora. A veces he escrito bajo el influjo de Sabina, o la Cabra Mecánica. Otras veces escuchaba “Radio Gonzi”, que es el término que Alby y María Goretti han acuñado para definir lo viene siendo “dejar abierto el blog de Gonzalo Navas y escuchar su selección musical” (que es lo que estoy haciendo mientras escribo esto). Pero todo el último tramo de la novela lo he escrito escuchando la banda sonora de Gritos en el Pasillo.

Nada más terminar, lo he celebrado con una cerveza de trigo.

No sé cuál será mi próxima novela. Le comentaba antes a Jaime que estoy acariciando la posibilidad de escribir una secuela de mi novela número 12 (Lira delira). Puntos en contra: Lira delira no entusiasmó a casi nadie. Puntos a favor: Lira delira es una de mis favoritas.

Aunque quizá me apetezca más flirtear con algo nuevo.

De un modo u otro, lo más probable es que las obligaciones cinematográficas acudan a interrumpirme cuando decide qué demonios quiero hacer.

Por lo pronto, me he comprometido a escribir un relato corto para Creatura, el fanzine del Kebrantaversos.

De momento me despido recomendándoles que no se pierdan mañana la entrega “ESPECIAL HALLOWEEN” del Productor Impasible. Si es que se me ocurre alguna de aquí a mañana...

lunes, 29 de octubre de 2007

JUANJO Y EL PRODUCTOR IMPASIBLE. TEMPORADA 2. ENTREGA 5.

Juanjo: ¡Buenas tardes, Sobrino Enchufado Sonriente del Productor Impasible! ¿Está su tío en el despacho?



Juanjo: ¡Gracias!



Juanjo: ¡Hola, señor Productor Impasible! Supongo que su sobrino ya le habrá hablado de “Reptiles del espacio exterior”. Es que esta semana me estoy centrando en invasiones de criaturas. Ya sabe que soy como Woody Allen. Me gusta tratar ciertos temas de manera recurrente...



Juanjo: El proyecto que le ofrezco hoy también va por ahí... Agárrese bien a la silla, porque le voy a hacer un pitching de...

¡¡¡ ALERTA ROJA: DELFINES MUTANTES !!!



Juanjo: La premisa es muy sencilla. Las ideas geniales destacan por su sencillez. Verá... En un laboratorio de los Pirineos, unos científicos trabajan en un proyecto muy peculiar: Combinar genéticamente delfines con murciélagos.



Juanjo: El resultado son unas criaturas híbridas entre ambas especies. Algo así como delfines con alas de murciélago.



Juanjo: ¿Que por qué lo hacen? Pues muy sencillo. Se ha demostrado lo efectivos que son los delfines para rescatar a náufragos en alta mar. Así que han decidido que si fabrican delfines capaces de volar, podrán rescatar a alpinistas en el Himalaya, a pasajeros de aviones que se están quedando sin combustible... Ya sabe, ese tipo de cosas.



Juanjo: Pero, efectivamente, algo sale mal. La genética es un pecado capital, el ser humano no puede jugar a ser Dios, y todo eso...



Juanjo: El caso es que cuando terminan sus prototipos de delfín mutante, hay algo que no han tenido en cuenta: Tanto los delfines como los murciélagos tienen especial sensibilidad para percibir los ultrasonidos. Al combinar ambos animales en un mismo código genético, esa percepción se potencia en exceso, y los delfines voladores se vuelven locos, debido a los ultrasonidos que... ejem... producen los microondas, los teléfonos móviles, las consolas de videojuegos, los juegos de rol, el... agujero de ozono...



Juanjo: Así que los delfines mutantes se tornarán rabiosos, agresivos. Escaparán de la base científica pirenaica e irán volando a atacar Barcelona... o París... o ambas...



Juanjo: ¿Se imagina a los delfines persiguiendo a los ciudadanos entre aleteos y chillidos? ¿Mordiendo a prostitutas? ¿Persiguiendo a turistas japoneses en las alturas de la torre Eiffel y la Sagrada Familia?



Juanjo: Los protagonistas serían un rudo cazador furtivo indultado para acabar con los delfines, una sexy-bióloga de escote generoso, un empresario sin escrúpulos y una niña repelente.



Juanjo: Atacarían a los aviones... y a los gatos... Y como serían anfibios... pueden atacar también a los buzos y a los submarinos nucleares... Y como tienen genes de murciélago, y los murciélagos son vampiros, pueden alimentarse de sangre...



Juanjo: No pienso complicarme mucho la vida con el cartel. Creo que la imagen de un delfín mutante volando hacia la cámara e intentando morder al espectador ya es suficientemente potente. Y podemos añadir la fracesita: “Se han cansado de seguir la estela de los barcos. ¡Ahora seguirán la de tu sangre!



Juanjo: No sé si hacer los delfines con CGI... o animatronic, o stop-motion...



Juanjo: Su sobrino es muy simpático, ¿sabe? Pero creo que tiene problemas de identidad sexual. Cuando le doy la mano me hacer cositas con los dedos.

domingo, 28 de octubre de 2007

ME CAGO EN LOS BLOGS

No os alarméis. Sigo teniéndole cariño a fenómeno blog. Simplemente quería provocar un poco.

Una vez leí una crítica muy destructiva hacia los ególatras que usaban sus blogs para cosas tan triviales como hablar de sus vidas, y decir qué peli vieron el sábado anterior, o qué música están escuchando mientras escriben.

Yo ahora estoy escuchando “La cabra mecánica”.

La peli que vi ayer fue Stardust.


Me gustó mucho. Vi en ella a un Neil Gaiman influenciado por La princesa prometida. Y cualquier cosa influenciada por La princesa prometida es buena para este mundo, aunque se trate de un genocidio. Tenía algunos detalles que me recordaron al par de novelas que escribí hace seis o siete años (El ladrón de cabezas y El hombre de la capa roja), cuando también yo estaba influenciado por La princesa prometida. Posiblemente eran novelas más torpes y pueriles que la de Gaiman, y en alguna de ellas escribía pensando más en la película que podía salir de ahí que en la calidad literaria de la novela. Supongo que mis primeras novelas eran más bien historias que habría querido escribir en guión, pero era muy perezoso para aplicar ese coñazo de: Sec 7. Cementerio. Interior. Noche.

Pero volvamos a Stardust y dejemos de hablar de yo, yo, yo, yo, yo. Que esto se empieza a parecer a un blog.

La peli de Stardust me regaló algo que hacía tiempo que no me regalaban: Sentarme en el cine y que me cuenten un cuento. Creo que no me sucedía desde Shyamalan. Por lo demás: Factura bastante decente. Acertado equilibrio entre acción, humor, amor, magia y cocodrilos destripados. Banda sonora buenísima, aunque sospechosamente similar a otras dos o tres pelis, en algún que otro momento. Una Michelle Pfeifer ostentando con soltura el título de “cincuentona más guapa de Hollywood”, un Robert de Niro impagable.

Últimamente estoy viendo muchas cosas que entroncan con esa magia de cuento de hadas. Son la clase de cosas que yo solía hacer, y tengo ganas de volver a hacerlas. Es el terreno en que más cómodo me siento.

La novela número trece sigue avanzando lenta pero constante. Llevo escritas cerca de 15.000 palabras, que no es gran cosa, pero es posiblemente más de la mitad de lo que va a durar la obra.

Creo que la estoy haciendo así de corta porque lo paso un poco mal escribiéndola. No disfruto con las historias sórdidas. La historia me resulta desagradable, pero quiero terminarla, porque creo que es lo suficientemente interesante para merecer existir (aunque luego nadie le haga puto caso) y porque necesito sacarme esa obra de la cabeza cuando antes. El título de esta mini-novela es LA MIERDA. Con eso os podéis hacer una idea de por qué tengo tanta prisa en echarla fuera. Es lo que suele hacerse con la mierda, restregarla en un papel para quitárnosla de encima.

Cuando las musas me obligan a escribir algo desagradable, prefiero hacerlo corto (como Poe) en vez de hacerlo largo (como Tolstoi). No recordaba haberlo pasado mal escribiendo novela desde otra novela corta que escribí hace años, titulada El Grito de la Mandrágora.

No obstante, hoy ha sucedido algo que mitiga mi angustia. Se trata de un momento que se da durante la gestación de cualquier novela. A veces llega al principio, a veces en la mitad, a veces más bien tirando hacia el final. Intento decir que hoy ha sido el día en el que he descubierto cómo terminará la novela. De esa manera he convertido en certeza lo que hasta hoy había sido una sospecha: La novela va a ser corta. Tan corta, que quizá el término novela le venga demasiado grande. Como mucho llegará a las 30.000 palabras, o a lo mejor ni eso. No es algo que me preocupe. Nunca he escrito “al peso” y, por otra parte, es un alivio saber que ya queda poco para terminar esta novela y poder pensar en otras cosas un pelín más luminosas.

Con respecto a los proyectos de los que se supone que debería hablar en este blog, hay pocas novedades que no sean “alto secreto”. Lo único reseñable es que recibí un mail según el cuál el día 8 de noviembre proyectan Gritos en el Pasillo en el cine Doré (la Filmoteca), como candidata a las nominaciones de los Goya.

Las posibilidades que tenemos de conseguir nominaciones a los Goya son de 0,000000000000000001 por ciento. Donde sí hemos obtenido nominaciones a cascoporro es en los Anacardos de la Academia.

No sé si esos pases en la filmoteca son sólo para académicos o si puede asistir cualquiera. Si son de libre entrada, ya lo sabéis: Si alguno se quedó sin ver Gritos en el Pasillo, o si alguno tiene ganas de volver a verla en pantalla grande, o si alguien conoce a alguien que se la perdió en la semana del estreno y desde entonces no puede conciliar el sueño por culpa de los remordimientos, el 8 de noviembre sería una oportunidad para remediar cualquiera de esas cosas, a menos que el pase sea exclusivo para todos esos académicos que probablemente no la verán, y más probablemente todavía no la votarán.

sábado, 27 de octubre de 2007

JUANJO Y EL PRODUCTOR IMPASIBLE: TEMPORADA 2. ENTREGA 4.

Juanjo: ¡Buenos días, Secretaria del Productor Impasible! ¿Está el Productor Impasible en su despacho?



Juanjo: ¿Y no estará por casualidad el Sobrino Enchufado Sonriente del Productor Impasible?



Juanjo: ¡Buenos días, Sobrino Enchufado Sonriente del Productor Impasible! En realidad venía a visitar a su tío, pero ya que está usted aquí, le puedo decir a usted lo que quería comentarle a él. Así puede usted ayudarme a convencer al Productor Impasible.



Juanjo: Voy a proponerle el proyecto más apetitoso que ha escuchado en su vida:

¡¡¡ REPTILES DEL ESPACIO EXTERIOR !!!



Juanjo: Sí... Ya sé que deben estar ustedes hartos de recibir proyectos sobre reptiles alienígenas que invaden la tierra, pero esta peli es diferente. Porque es... ¡una peli de romanos!



Juanjo: La historia empieza en el año cero de nuestra era, cerca de Belén. Hay centurias romanas apostadas por todo el territorio, a sabe, acampando con tiendas de camapaña y eso. Están por allí ayudando a Herodes a matar niños y esas cosas.



Juanjo: Entonces, los dos centinelas romanos que hacen guardia por la noche, que se llaman ROMANO#1 y ROMANO#2, ven una enorme estrella fugaz en el cielo. ¡Y la estrella, o lo que demonios sea, cae cerca de allí!



Juanjo: Pues nada. Que los centinelas despiertan a sus superiores, que a su vez despiertan a sus superiores, y así en una cadena que llega hasta alguien con cojones suficientes para despertar al centurión. Y cuando el centurión escucha el incidente, manda a una patrulla a investigar a la zona en la que ha caído la estrella fugaz. Cuando la patrulla romana llega a la zona, encuentra un enorme cráter, y en el fondo del cráter, ¡un montón de piedras preciosas gigantes, de llamativos colores, que han cristalizado en formas alucinantes!



Juanjo: Cuando el centurión ve eso, piensa que es su oportunidad de oro para ascender a lo que escienda un centurión cuando deje de ser centurión. Decide abandonar la misión de matar niños para herodes, y ordena cargar todas esas piedras preciosas gigantescas, para llevarlas a Roma y regalárselas al César.


Juanjo: Aunque no incide demasiado en la trama, hay que decir que gracias a esas piedras, la centuria abandonó antes aquella zona, y gracias a ello, el niño Jesús sobrevivió. Pero en esta peli en concreto no nos interesa el niño Jesús. Lo importante es que el emperador de Roma recibió contentísimo las piedras preciosas de seis metros de altura. Como invitado/prisionero de la corte, estaba el griego Arquímedes.



Juanjo: Sí... Ya sé que la presencia de Arquímedes allí no tiene demasiado rigor histórico, pero me he tomado esa licencia poética, porque sólo alguien como Arquímedes podía trascender la mera apariencia de pompa y boato de aquellas piedras preciosas y decir: “Ninguna piedra preciosa cristalizaría de este modo. Estas cosas son... crisálidas”.



Juanjo: Pero el emperador, cegado por el lujo, ignorará los consejos de Arquímedes, y lo mandará ejecutar. Mientras los soldados romanos se lo llevan a las mazmorras, el gritará “¡¡Malditos romanos insensaaatooooos!!” y en ese momento fundiremos a negro y aparecerá un rótulo que dirá:

33 años después.



Juanjo: Abrimos con el profeta San Juan, que escribe en estado de trance unos manuscritos en los que predice que Dios castigará a Roma y a Judea por haber asesinado a su hijo. Habla de bestias y dragones que nacerán en el vientre de una puta. Ya sabe... esas cosas. En otro lugar de Roma, en esos mismos momentos, el emperador Nerón está tomando posesión del imperio, tras haber envenenado a su antecesor. Ya sé que en eso tampoco hay demasiado rigor histórico, pero es que si hay que poner un emperador romano en la peli, no hay ninguno que mole más que Nerón.


Juanjo: El caso es que cuando Nerón se pasea por el palacio decidiendo qué muebles cambiar, qué tapices tirar, qué madres destripar... entra en la cámara de tesoros y nota que las piedras preciosas gigantes de las que tanto presumía su antecesor ya no tienen aspecto de cristales. Ahora parecen una especie de larvas putrefactas y supurantes. Nerón, indignado, exclama: “¡Retiren esta mierda de mis aposentos! ¡Que se lo den de comer a los leones del circo!”



Juanjo: Y, claro... los súbditos de Nerón obedecen, y llevan esas “cosas” al Coliseo y... las echan en las jaulas de los leones, para alimentarlos... El caso es que cuando llega la hora del espectáculo de “arrojar los cristianos a los leones”, el ROMANO#3 y el ROMANO#4 se disponen a abrir la compuerta que libera a los leones y... bueno, descubren que de los leones sólo quedan esqueletos ensangrentados. Las jaulas están llenas de terribles y enormes reptiles extraterrestres que llenan el recinto de... gritos espeluznantes...



Juanjo: “¿Qué hacemos?”, le pregunta el ROMANO#3 al ROMANO#4. Y tras intercambiar una mirada y un encogimiento de hombros, abren la compuerta para que sean esas nuevas criaturas las que se coman a los cristianos. Ellos son unos mandaos.



Juanjo: Y, bueno... a partir de aquí supongo que no necesito explicar mucho. Los reptiles no sólo parten el coliseo por la mitad (esta peli pertenece al género de las que explican de maneras estúpidas por qué al Coliseo le falta un trozo de pared y por qué no tiene nariz la esfinge). Pues eso... que los reptiles destruyen el Coliseo, siembran una matanza... y luego se dedican a destruir Roma. ¡Imagíneselo! ¡Romanos, judíos y cristianos unidos para resistir frente a un enemigo común! ¡Formaciones de centurias romanas batallando con sus lanzas y escudos contra lagartos de otra galaxia! ¡Persecuciones a oscuras en las catacumbas! ¡Gladiadores destripados! ¡Orgías de palacio interrumpidas por la llegada de los REPTILES DEL ESPACIO EXTERIOR!



Juanjo: Y además, esta película insinuará que las crónicas históricas están equivocadas. No fue Nerón quien quemó Roma. ¡Fueron los REPTILES DEL ESPACIO EXTERIOR!



Juanjo: ¿Qué? ¿Cree que podrá convencer a su tío de que...



Juanjo: ¿Es usted sobrino por parte de madre o por parte de padre?

viernes, 26 de octubre de 2007

ESPEREN SENTADOS SI QUIEREN ESPERAR A QUE YO ESPERE.


Vuelvo a estar en Las Palmas. De manera indefinida.

Todo parece indicar que llega otra de esas temporadas de calma que precede a la tempestad. Creo que fue Amenábar el que dijo una vez que la profesión de director de cine consiste, sobre todo, en esperar.

A mí no se me da bien esperar. Por esos sostengo que no sirvo pa director de cine. A lo mejor hubiese servido para ello en la época dorada de los grandes estudios, con aquellos Billy Wilder, Howard Hawks o Raoul Walsh que hacían sus tres pelis al año, sin sentir cómo sus vidas se estancaban en un mismo proyecto durante demasiado tiempo. Claro que, por otra parte, si hubiese nacido en esa época, gente como Billy Wilder me habría eclipsado, y habría seguido sin servir para ello.

Así pues, mientras tanto, amueblo mi espera con mi juguete preferido: La escritura.

Aprovecharé esta temporada para avanzar en mi novela, e intentaré actualizar el blog a diario, o casi.

La novela me tiene muy contento algunos días, y nada contento otros. Supongo que es una novela que sólo le gusta a una de las dos mitades que me componen. O a cuatro de mis nueve personalidades.

El otro día, cuando colgaba El ataque de los ninjas de Urano, releía la novela y me daba cuenta de que, a pesar de sus imperfecciones, me divertía muchísimo más escribiendo en aquella época. Aunque creo que eso se debe también a que en estos cinco años he cambiado bastante, y me he vuelto bastante más escéptico. No obstante, en los últimos días he tomado la decisión de intentar recuperar aquella ilusión que tenía en “mis comienzos”.

“Mis comienzos”. Joder... Uno lo escribe y parece que han pasado décadas. Pero no. Empecé a escribir en serio en 1999. No hace ni ocho años. Me ancianizo por dentro a marchas aceleradas. Voy madurando, y cuando una fruta madura demasiado, termina pudriéndose. Como dijo Bécquer en una de sus rimas, “el sayo, al parecer nuevo por fuera/ conozco que por dentro ha envejecido."

Aun así, sigo escribiendo. Si dejo de hacerlo, “pierdo cohesión”, como George Stark en La mitad oscura de Stephen King. Necesito la escritura para mantenerme vivo, y me apetece estar vivo, porque tengo cerca de mí el número suficiente de cosas de las que merece la pena disfrutar.

Esta novela número trece está pariéndose de una forma distinta a las anteriores. Si en los casos previos vomitaba las palabras sobre el teclado, en este caso el fenómeno se parece más (como ya he comentado en ocasiones anteriores) a un proceso de destilado. Destilo las palabras. Solamente salen a través de mis dedos cuando las he cribado, cuando me he quedado solamente con lo que considero necesario. Y cuando reviso los capítulos que voy terminando, elimino más palabras de las que añado.

El resultado es más eficaz. Más triste.

Como diría McAuley Culkin en Muchachada Nui, “soy un juguete roto”.

Dentro de poco me sentiré capacitado para escribir el panfleto de las medidas de seguridad de los aviones y convertirlo en algo emocionante.

Seguiré informando. A diario si puede ser.

jueves, 25 de octubre de 2007

JUANJO Y EL PRODUCTOR IMPASIBLE. TEMPORADA 2. ENTREGA 3.

Juanjo: ¡Hola, señor Productor Impasible! ¡Cuánto tiempo sin venir a visitarle! Es que... estoy ocupado escribiendo una novela cuya adaptación cinematográfica a lo mejor le comento un día de estos...



Juanjo: ¿Sigue todo bien?



Juanjo: Pues va a ir mejor todavía cuando escuche el proyecto que vengo a proponerle. Lo tiene todo. Como esas pizzas con beicon,queso, piña, manzana, plátano, melocotón...



Juanjo: Es una metáfora, ya me entiende... Me refiero a que es una película de guerra, acción, artes marciales, intriga, misterio, conspiraciones... ¡Lo que yo le dije! ¡Más ingredientes que mi pizza favorita!



Juanjo: Vale, vale, vale... Empezaré por el principio. Estamos en tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Nuestro protagonista es un americano experto en Taekwondo.



Juanjo: Pero no un experto en taekwondo cualquiera, sino uno de los mayores expertos del mundo, porque se entrena usando el taekwondo de la manera en que fue inventado por los koreanos: ¡Luchando cuerpo a cuerpo con las bestias salvajes!



Juanjo: La historia comienza cuando él está reduciendo a patadas a un oso polar en Alaska, quiero decir... un oso pardo... Bueno, el que quede más bonito en pantalla. Entonces llega un helicóptero con peces gordos de las fuerzas armadas. Le dicen que vienen a reclutarlo para el frente de batalla. Los alemanes están resultando duros de roer, y por eso van a fundar un comando de élite para combatirlos. Quiere que en ese comando de élite figure nuestro protagonista, por haber sido campeón olímpido en su disciplina.



Juanjo: El prota acepta (porque en aquella época si no aceptabas te fusilaban o algo así...) así que los uniforman, los arman hasta lso dientes (aunque nuestro prota tirará todas las armas mientras dice: “Yo trabajo solo”). Saltarán en paracaídas en pleno territorio aleman... Y él será el único al que no maten y/o capturen los alemanes. ¿Hasta ahí me va siguiendo?



Juanjo: Porque ahora viene lo mejor. El prota huye por los bosques, perseguido por nazis. Finalmente, los nazis lo arrinconan, y él empieza a pelear con ellos cuerpo a cuerpo, rompiendo previamente a patadas todas sus armas de fuego. Pero es verdad que los alemanes son duros de roer, incluso cuerpo a cuerpo. Pero finalmente, con sus potentísimas patadas, nuestro prota consigue reducirles. Entonces descubre por qué son tan difíciles de vencer: Cuando se acerca a los nazis derrotados, ve que a más de uno le ha roto la cabeza, y bajo la piel y la carne de mentira, hay un armazón de metal, lleno de circuitos, y microchips con forma de esvástica.



Juanjo: ¿No lo entiende? ¡¡Los nazis son robots!!



Juanjo: En realidad no sólo los nazis. Más adelante, el prota luchará con pueblerino, con el tío Hans y la tía Otto, con un lechero, una niñita en bicicleta... y descubrirá que todos los alemanes son en realidad robots. Androides que están suplantando a los alemanes reales.



Juanjo: Así que el prota irá investigando e intentando sobrevivir a partes iguales, y descubrirá una conspiración de proporciones megalómanas. Incluso el propio Hitler es un robot. Unos documentos que encuentra en un castillo-fortaleza le dan a entender que los verdaderos alemanes están encerrados en campos de concentración.



Juanjo: ¡Y no sólo eso! ¡Descubre también que quien mantiene encerrados a los alemanes de verdad y controlan a los robots es el gobierno de Estados Unidos, su propio país!



Juanjo: Descubre que habían enviado allí a los mejores conscientes de que los robots los iban a matar, pero necesitaban gente que resistiese al menos unos minutos a los androides, para ponerlos a prueba, y poder desarrollarlos mejor, perfeccionarlos... ¡No contaban con que nuestro prota pudiese destruirlos a ellos y desvelar el complot!



Juanjo: Nuestro héroe también descubrirá, al encontrar el diario de un científico loco, que hay una máquina enorme en algún lugar que controla a todos los robots, dándoles órdenes. Así que el clímax será con nuestro experto en taekwondo infiltrándose en el lugar en el que está la máquina y destruyéndola mientras pelea con los robots nazis. ¡Pero entonces algo no sucede como él esperaba!



Juanjo: Resulta que las pistas que había encontrado el prota eran falsas. Eran una trampa prevista para el caso de que alguien intentase destrozar el complot. La máquina que acaba de destruir nuestro prota es en realidad un dispositivo que, al morir, hace explotar a los verdaderos alemanes. Y lo que estalla por los aires no son los campos de concentración, porque allí en realidad habían metido judíos como una tapadera, para desviar la atención hacia ellos. Los verdaderos alemanes están todos presos en una isla que controla Estados Unidos en las sombras, y vigilados por los primeros prototipos de robot, que iban saliendo defectuosos y los iban enviando a aquella isla. La isla se llama Japón.



Juanjo: Sí. Los japoneses son los prototipos de robots fallidos, controlados también por los USA. Pero eso no es lo importante. Lo importante es que en los dos sitios de la isla donde se hacinan los auténticos alemanes (Hiroshima y Nagasaki) explotan unas cargas explosivas nucleares que exterminan a todos los alemanes de verdad.



Juanjo: Nuestro protagonista es apresado y quitado de en medio. Estados Unidos simulará la rendición de sus dos naciones de robots, y luego se dedicará a usar sus dos países de androides para dominar el mundo entre las sombras, paso a paso. Ésa es, a grandes rasgos, la historia de...

¡¡¡ IRON REICH !!!



Juanjo: Quiero que en el cartel, los palitos de la “I”, la “R” y la “N” estén resaltados en color rojo, destacando sobre el resto de la letra, para que sea una mezcla entre “Iron Reich” y “III Reich”.



Juanjo: ¿No le parece una premisa alucinante? ¡Robots nazis! Y sobre todo pensar que siguen siendo robots hoy día. ¿No se ha dado cuenta de que tanto los alemanes como los japoneses tienen fama de cuadriculados? Decimos de broma: “Son como robots”. Pero, ¿y si lo fueran? ¿Y si los principales precursores de la Unión Europea para hacernos fuertes contra los yankies fuesen máquinas controladas por los propios yankies?



Juanjo: Además, yo creo que el público alemán acogerá esta peli con cariño. Porque en casi todas las pelis de nazis, acusan a los alemanes de cosas horribles. Nosotros simplemente los acusamos... de no ser ellos en realidad...



Juanjo: Y para el cartel tengo preparada una fracesita. Se trata del diálogo que dice el prota cuando descubre los primeros robots nazis:

Sólo una máquina podía pronunciar tantas consonantes en una misma frase.



Juanjo: No será usted alemán, ¿verdad?