lunes, 14 de enero de 2008

ENFERMO



Sigo enfermo.

El día posterior a mi llegada cometí el error de pisar la calle. Me dije a mí mismo que si era un ratito, y cerca de casa, no pasaría nada. Es la clase de excusa que uno siempre se ofrece a sí mismo, y que uno siempre acepta aunque en el fondo sepa que las veces anteriores también fue un craso error.

Así que aquí estoy, encerrado en casa y desaliñado. Algo así como una mezcla entre Lovecraft y John McClane, pero sin la cultura de Howard Philip, y sin el encanto de Bruce.

El hambre no se me quita. Por eso deduzco que la cosa no es tan grave. Pero esta reclusión me obliga a post-poner mis planes, sean los que sean, algunos días. Quizá sea ése el propósito oculto de esta enfermedad: Mantenerme inmovilizado hasta que averigüe qué coño he venido a hacer a Madrid, y evitar así que mi deambular a ciegas desemboque en algún que otro paso en falso.

Sobrevivo a base de infusiones de tomillo y miel. Los botes de miel del futuro son una bendición. Tienen una sofisticada válvula que impide que la miel se derrame. Absorbe limpiamente esa última gotita de miel que siempre se solía escapar. Deberían concederle el premio Nóbel de la paz al tipo que inventó esa válvula. Ese tío ha contribuído a la paz mundial de una manera muy discreta. Todos sabemos que, en el fondo, todas las guerras podrían haberse evitado si ese inventu hubiese existido con anterioridad. Hitler y Napoléon no habrían sido tan cabrones si no hubiesen experimentado en algún momento de sus vidas la frustración y la impotencia de ver cómo se derramaba ese reguero de pegajosa miel, justo en el momento en que habían decidido dejar de servirla. Todos seremos mejores personas sin la existencia de los regueros de miel. A partir de ahora, el mundo evolucionará hacia algo que merezca la pena, pero no tendrá nada que ver con la Era Acuario, ni con el resurgir de la Atlántidad, ni con el regreso de los mayas, ni la visita de extraterrestres. Será porque, por fin, el hombre le ha ganado la batalla a la miel.

Para amenizar mi reclusión, me refugio bajo las mantas y me pongo a leer relatos de Clive Barker. Un enfermo leyendo a otro enfermo. Posiblemente un juego de muñecas rusa que me hace pensar en qué clase de enfermo me estará leyendo a mí.

También engaño al tiempo delante de la tele y el dvd, viendo pelis. Han desfilado por mis enfermos ojos alguna que otra entrañable y admirable historia para no dormir del maestro Chicho, Scanners, de Cronnerberg, y El Padrino II y III.

Valoro las pelis de El Padrino. Creo que están muy bien, pero no conecto con ellas. Y, por otra parte, cada entrega me gusta menos que la anterior. Yo no soy nadie para enmendarle la plana al gran Coppola. Pero, donde se ponga "Uno de los nuestros"...

Xavi ha ido a comprarme los medicamentos que me ha recomendado mi querida Ariadna. Espero que regrese sano y salvo.

Mi uniforme de enfermo es muy ridículo. Un pijama de color rojo y, sobre él, un jersey gris y azul. Como dice Raúl: Parece un traje de ciencia ficción. Me siento como si me hubiese escapado de una nave de cartón piedra.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Salió ya el cuarto Libro de Sangre (por si no lo tienes, manda a alguien a por él)

Te recomiendo que te veas otra vez "La invasión de los Ultracuerpos", que se vuelve muuuucho más efectiva en estados febriles.

Juanjo Ramírez dijo...

El otro día vi el cuarto libro de sangre en la Fnac, pero todavía no me he terminado el segundo :P

Ya sabes que yo con Barker voy paladeando lentamente y de cuando en cuando.

Anónimo dijo...

Jo, a mi el padrino me encanta... y Al pacino también...

Vas a tener razón en lo de los enfermos leyendo unos a otros (arrastro una broquitis desde antes de navidad...)

Bueno me piro a fumar un piti

;)

uniforme de enfermo.. eso es como una colega mía que el día que se piro de la casa que compartía con su novio, al bajar por las escalera se miró y decidió volver a casa para cambiarse y ponerse ropa de "mujer que abandona el hogar"
(lo juro)

Juanjo Ramírez dijo...

Jajajaja

Conozco a un par de mujeres que quizá harían eso. A lo mejor es alguna de ellas :P

Aunque "bronquitis" y "piti" rimen entre sí, no sé hasta qué punto serán una buena combinación. Pero cosas más extremas se han visto.

¡Mejórate!

Yo llevaba arrastrando un catarro desde el año pasado, y ahora lo he enlazado con este "segundo round".

El anterior era más de mocos que de garganta. El nuevo es más de garganta que de mocos.

Anónimo dijo...

Lo del piti lo he dicho a propósito (es una de mis incoherencias pasarme el día quejándome de esta tos de abuelo (pobres abuelos) y seguir fumando como un carretero)...

Conozco lo del catarro "permanente", deberías ver mi bolso... un día en un vips, en estado de necesidad absoluta y ataque moquil, tuve que terminar comprandome unos Kleenex con dibujos de micky mouse (que no sabes como "raspaban" los cabrones)

Para la garganta, zumo de limón caliente con miel (una cochinada pero funciona), un vaso de coñac y a la cama. Y si tienes fiebre al médico ya!

Cuidaté

Anónimo dijo...

A ver si estas bueno para el estreno de "Los crimenes", aunque ya he leído un par de criticas que dicen que no es de las mejores del Señor De la Iglesia. Demasiados diálogos y primeros planos. Esta noche sale en Buenafuente. habrá q verle...

Kike dijo...

Joder, pues vaya suerte. Nada, ponte mejor. Y toma mucha miel de esa que dentendría guerras. Al menos pareces salido de una "nave de cartón piedra" lo cual es, sin duda, buena noticia.

PD-> Adoro a Alex pero Buenafiente puede irse a tomar por donde yo te diga.

Pani dijo...

El cuadro parece el anuncio de (perdón por la marca) cinfatós, el del unicornio partido en dos. ¡Qué anuncio más gore!
Me recuerda a una película que salía J.Lo en la que había una escena que cortaban un caballo en lonchas.

Pani dijo...

¡Y Harry Potter se acerca!