JUANJO Y EL PRODUCTOR IMPASIBLE: ¡UNDÉCIMA ENTREGA!

Juanjo: ¡Hola, señorita secretaria del Productor Impasible! ¿Está el Productor Impasible en su despacho? Ya sé que no suelen admitir visitas los domingos, pero...

Juanjo: ¡Vamos! ¡No disimule! ¡Sé perfectamente que está en su despacho! Puedo sentir su silencio desde aquí.

Juanjo: Le aseguro que cuando el Productor Impasible se entere de lo que le traigo hoy, la ascenderá por haberme dejado pasar. Vengo a ofrecer una película muy oportunista. Hoy Fernando Alonso ha ganado la carrera de... eh... Monza. Y el proyecto que traigo bajo el brazo sería ideal para ser protagonizado por... ¡el propio Fernando Alonso!

Juanjo: Pues como le estaba comentando a su secretaria, señor Productor Impasible, voy a proponerle una peli que Fernando Alonso protagonizaría de maravilla. Ya sólo el título garantiza más taquilla que todas las pelis de Jim Carrey juntas. Y ese título es... Preste atención. Mi peli se titula...

¡¡¡ FÓRMULA MUERTE !!!

Juanjo: Voy a contarle el argumento, así, a grandes rasgos. El protagonista es un bicampeón de Fórmula 1, pero en su escudería le suelen sabotear las carreras para favorecer a su compañero de equipo, un piloto más joven, y más ambicioso. Juego sucio, ya sabe... Hacen que le tarden más en boxes, le ponen más gasolina para que le pese más el coche...

Juanjo: Pero el prota es tan bueno que a pesar de las desventajas, sigue dando guerra y ganando carreras. Así que los directivos y accionistas de la escudería deciden recurrir a sabotajes más serios. Le desestabilizan la dirección, le colocan neumáticos de baja calidad... Y por culpa de todo eso, en la siguiente carrera el protagonista tiene un accidente mortal , como consecuencia del accidente mortal, ¡se muere!

Juanjo: Pero no se crea que la cosa termina ahí... Ahora es cuando empieza la verdadera película. Porque el piloto protagonista resucita de entre los muertos, pilotando su antiguo fórmula 1, recompuesto en las fraguas del Infierno... ¡y se dedica a perseguir a todos los culpables del complot, hasta vengarse de todos! ¡Hasta que mueran todos los que contribuyeron a matarle a él! ¡Sólo cuando los mate a todos podrá descansar en paz!

Juanjo: ¡Imagínese a Fernando Alonso vestido de cuero negro, con un casco roto, con el cristal agrietado, dejando adivinar los rasgos de su cara destrozada por el accidente!

Juanjo: ¡Imagíneselo conduciendo el fórmula 1 por el interior de un rascacielos, persiguiendo y atropellando a todos los accionistas de su escudería! ¡Mejor aún! ¡Imagíneselo saltando con el monoplaza de rascacielos en rascacielos!

Juanjo: ¡Y conduciendo por las autopistas en dirección contraria, persiguiendo al coche de uno de los mecánicos que le colocó las ruedas dañasas... y poniendo el fórmula 1 bocaabajo para dañarle las ruedas al mecánico con los alerones!

Juanjo: La aparición del fantasma de Fernando sería espectacular. Siguiendo su testamento al pie de la letra, le enterrarían junto a las piezas de su coche accidentado. Entonces, justo un año después, veríamos la tumba del prota, empezaríamos a escuchar el rugido de un motor infernal... ¡y veríamos el fórmula 1 salir disparado hacia la superficie, atravesando la tierra, y rompiendo la lápida en mil pedazos! Supongo que habrá pillado el homenaje a Dellamorte Dellamore...

Juanjo: El coche estaría lleno de remaches y remiendos, y estaría lleno de letreros y anuncios de empresas del más allá, o publicidad de funerarias... o en vez de anunciar teléfonos móviles, anunciaría empresas de medios de comunicación más sobrenaturales. Ouijas, por ejemplo. ¡¡Ouijaphone!! ¿Qué le parece?

Juanjo: ¡Y el motor, en lugar de funcionar con gasolina, funcionaría con la sangre de las víctimas! ¡¡Cada vez que el prota acorrala a uno de sus enemigos, sale del agujero del depósito una especie de trompa lovecraftniana llena de dientes, que chupa toda la sangre del desdichado!! Y... y... y... ¡por el tubo de escape, en vez de salir humo, saldrían murciélagos!

Juanjo: Al final, el prota ya ha asesinado a casi todos sus enemigos (incluído el dueño de la escudería). Ya sólo queda una persona que matar: ¡El otro piloto de la escudería! ¡El joven Hammerthon! (que podría interpretarlo eh... Ving Diesel, o Cuba Gooding Jr...)

Juanjo: Hasta ese momento, Hammerthon ha estado escondido como un cobarde, pero ahora no tiene más remedio que salir de su escondrijo, ¡porque tiene que correr en la gran final!

Juanjo: Para poder ganar el campeonato sin que el prota le moleste, Hammerthon contrata a un par de médiums que mantienen preso con sus conjutos a nuestro piloto fantasma. Pero el comentarista Antonio Lobato y el piloto De la Rosa acuden a ayudar al prota, ¡librando un combate de artes marciales contra los médiums!

Juanjo: Cuando el prota por fin se ve libre, corre hacia el circuito donde se libra la carrera. Llega demasiado tarde. Hammerthon va el primero, y le queda sólo una vuelta para llegar a la meta. ¡Pero el personaje de Fernando Alonso conduce su monoplaza recompuesto, y se dispone a perseguir a su rival, desde la última posición! ¡Adelanta a un par de japoneses, y así sigue, adelantándolos a todos! ¡¡A todos!! ¡Sin fallar una sola curva! ¡Ganando terreno a una velocidad desmesurada! Hasta que, en la recta final, alcanza a Hammerthon y se produce el duelo a muerte, el bis a bis... ¡la venganza a trescientos kilómetros por hora!

Juanjo: Naturalmente, Alonso terminará machacando el coche de Hammerthon para, acto seguido, engancharlo en su parachoques, arrastrarlo por toda la pista, raspándolo contra el asfalto, descoyuntándolo, y estampando su cuerpo sin vida contra el podium.

Juanjo: El cartel sería precioso. Consistiría en una vista aérea de un circuito. El circuito tendría forma de calavera. Cada ojo de la calavera estaría formado por una rueda en mal estado. Y en la boca de la calavera habría un ataúd con ruedas. En la tapa del ataúd se podría leer: FÓRMULA MUERTE. Y un poco más abajo, la frasecita comercial: “Si quieres salvarte... ¡tendrás que correr más rápido que él!”

Juanjo: ¿Entiende ahora a qué me refería cuando dije que Fernando Alonso se “moriría” por interpretar a este personaje?

Juanjo: ¿Qué tal si...

Juanjo: Eh... Esto... Bueno... Le dejo aquí mi currículum y el dossier del proyecto... Mi número de teléfono está en los dos sitios... Llámeme cuando quiera... Seguro que podemos llegar a... algún tipo de acuerdo... ¡Ha sido un placer!