sábado, 28 de julio de 2007
¡QUÉ ABURRIDO ES SER “JEFE”!
Estoy acostumbrado a eso de que, en las horas de trabajo, se trabaja.
En un proyecto como Gritos en el Pasillo, el director es un tipo que además de dirigir tiene que ocuparse de hacer el plan de rodaje, y montar los decorados, y mover muñequitos dos segundos después de haberle dado al “play” en el reproductor de diálogos, y dibujar su propio storyboard, y presentarse en la institución isleña pertinente pa poner buena cara y limosnar subvenciones.
En una película con presupuesto, el director pasa de ser un becario pluriempleado a ser un trasto ocioso, anquilosado, inútil...
Mi trabajo consiste en sentarme toda la mañana, sin saber qué hacer, esperando a que dibujantes mejores que yo vengan a enseñarme sus propuestas sobre cómo planificar la escena que les asigné y expliqué horas o días antes.
Cuando llega ese momento, uno se siente medianamente útil, pero experimenta un ligero remordimiento si tiene que echar por tierra la mitad del trabajo que ha hecho el storyboardista, porque no se adecua al estilo de la peli o, peor todavía: Porque no me gusta.
Luego anotan mis correcciones con lápices rojos y se retiran a hacer los cambios, dejándome de nuevo ocioso durante horas y horas.
Son lentos. Jodidamente lentos.
A veces me quejo en silencio sobre esa lentitud. A veces incluso en voz alta. Luego, de vez en cuando, me llegan con ideas tan buenas que llego a la conclusión de que merece la pena que inviertan tanto tiempo en estrujarse la sesera. Acto seguido, me olvido de dicha conclusión, y vuelvo a desesperarme.
A veces me harto de esos paréntesis de actitud pasiva y me pongo a dibujar mi propio storyboard. Luego lo guardo, sin enseñárselo a nadie. Tal vez que porque no quiero influenciarles con mi visión hasta ver lo que sacan ellos de sus cabezas. Tal vez porque es una pena que se gasten el dineral en contratar a estos tipos si luego cierro mi mente de par en par y no aprovecho lo que pueden ofrecerme, para complementar mi visión con un poco de aire fresco.
El problema es que el 80% de mis storyboards me gustan. Tal vez debería enseñárselos a mis storyboardistas, para que al menos sepan de qué manera me gusta encuadrar, qué prefiero evitar, o cómo me gusta mover la cámara. Creo que es más fácil hacerles entender esa clase de cosas echando mano a la información gráfica. Porque nuestras conversaciones en inglés son efectivas a simple vista, pero a veces tengo la impresión de que se pierden matices.
Es una putada trabajar con artistas que no conoces, y en un idioma que no es el verdadero idioma de ninguno.
A pesar de ello, la maldición de la torre de Babel no impide que cada día surjan nuevas ideas, nuevos avances, nuevos gags.
Con respecto al guión, yo estoy bastante contento con la versión cuatro. Nuestros compañeros daneses prefieren la cuatro en algunos aspectos y la tres en otros. Así que supongo que el resultado final será una especie de versión 4.1, o una versión 3.9.
O tal vez decidamos que ya hay demasiados westerns y demasiadas pelis sobre zombies, y decidamos reciclarlo todo para contar una historia intimista sobre un niñito pelirrojo que tiene cáncer.
O quizá descubramos que el género de telefilmes de sobremesa está lleno de niñitos con cáncer, y hagamos un drama intimista de niñito con cáncer en el oeste, con zombies.
Esta semana mis camaradas vikingos ponen amablemente a mi disposición a una tercera guionista, para explorar lo que puede convertirse en una posible versión cinco del guión.
Mi lectura de Harry Potter está siendo lenta. Desgraciadamente, no tengo demasiado tiempo para leer. A veces experimento la tentación de llevarme el libro al trabajo, y perderme entre sus páginas durante esos tediosos paréntesis de calma funcionarial.
Pero supongo que un director debe dar un mínimo de ejemplo.
De momento llevo leídas unas 200 y pico páginas. Han ocurrido cosas bastante jugosas en la trama. Es una delicia regresar al mundo de Harry, Ron, Hermione, o mi querida Loonie Lovegood (que me gusta diez veces más que la que sale en la película).
Raúl y yo echamos de menos España. A veces nos metemos como gilipollas en el Google Earth y sobrevolamos nuestra casa de Madrid, y los rincones de la ciudad que solemos frecuentar, y todos y cada uno de los granos de arena en mi adorada isla de Fuerteventura.
¿Quién nos iba a decir a nosotros hace cuatro años, cuando hacíamos decorados para una peli de cacahuetes, que íbamos a estar hoy día en Dinamarca para sacar adelante una peli de marionetas zombies?
Cuando comemos en casa, solemos entrar en el Youtube para amenizar la comida con sketches de Faemino y Cansado, y La hora chanante.
¡Y nos alegraría tanto doblar una esquina de Viborg y encontrarnos con Antonio Resines!
miércoles, 25 de julio de 2007
JUANJO Y EL PRODUCTOR IMPASIBLE: SÉPTIMA ENTREGA
Juanjo: ¿Usted cree que esta corbata es apropiada para este traje? Es que el pirching de hoy es importante...
Juanjo: ¡Buenas tardes, señor Productor Impasible! Su secretaria me ha hecho pasar. Traigo bajo el brazo el proyecto que les ayudará a arrasar en todas las convocatorias de subvenciones.
Juanjo: Se trata de un thriller, pero de los que está concebidos con cabeza. Esos en los que todo encaja y mola que encaje. Los entendidos suelen decir que las historias de más éxito son las que se basan en cosas que conocemos todos y que todos experimentamos en nuestra vida cotidiana. Por eso he desarrollado la idea de:
¡¡ EL ASESINO DEL MESSENGER !!
Juanjo: Verá... La trama empieza así: Una mañana, la chica protagonista (Marta) se levanta, conecta su Messenger, y descubre que los contactos que aparecen como conectados están dispuestos de la siguiente forma:
Marta
te
voy
a
MATAR
¡Alguien ha manipulado los messengers de todos los contactos de Marta, para poder controlarlos y ordenarlos para formar amenazas de muerte!
Juanjo: Todavía no tengo muy claro si el asesino lo ha conseguido porque es muy buen hacker, o porque ha secuestrado y torturado a todos los contactos de Marta, pero esos detalles son secundarios.
Juanjo: Quiero que todos los personajes principales estén definidos por su “estado” en el messenger. Por ejemplo, el chico que le gusta a Marta se conecta siempre como (No disponible), porque está saliendo con otra chica, y por lo tanto su amor es imposible. El gordito del grupo se conectará como (Salí a comer), habrá otro con el estado (Ausente), posiblemente porque siempre está como en las nubes, o a lo mejor porque es el primero que desaparece, y nadie conoce su paradero. No lo sé...
Juanjo: Habrá otro que figurará como (No conectado), y su mayor conflicto en la peli es que no puede ascender en su trabajo, porque no está lo suficientemente “conectado”. Ya sabe a qué me refiero... que no tiene los enchufes adecuados... Y habrá un momento, cuando encuentren a una de las víctimas, en que los protas suspirarán aliviados, porque creerán que el asesino ya se ha ido. Pero entonces encontrarán en el cadáver un trozo de papel que dicen: (Vuelvo enseguida). ¡Y entonces el asesino regresa y los mata a todos!
Juanjo: Como puede comprobar, quiero hacer algo realmente profundo. No busco un “Sé lo que messengeastes el último verano”. Quiero algo, no sé... más filosófico.
Juanjo: Quiero jugar con el concepto de “messenger”. Como usted bien sabrá, significa mensajero en inglés. ¡Ése será el giro final! Los protas se dan cuenta de que el asesino sólo quiere... ¡transmitirles un mensaje! ¡Piénselo! Funcionaría muy bien en inglés. Se diría algo así como “Messenger - Murder”: ¡¡El asesino mensajero!! Alguien puede caer en ello hacia el final de la peli, exclamando: “¡¡Pero cómo no nos habíamos dado cuenta antes!!” Definitivamente, le da un toque filosófico al asunto.
Juanjo: Y el nombre de la protagonista no es casual. Elegí Marta porque empieza por “M”, igual que “Messenger”, y porque si cambiamos las letras de orden, ¡es un anagrama de “Matar”! “Matar a Marta”. ¿Lo... ¿Lo pilla?
Juanjo: El poster de la peli puede ser realmente jugoso. Con el muñequito azul del messenger empuñando un cuchillo, o unas tijeras... Y los créditos de los actores puestos a la izquierda, como si fuesen la lista de contactos del messenger... Y abajo a la derecha, un recuadrito azul con el tag line de la película:
¡¡El miedo acaba de iniciar la sesión!!
Juanjo: Bueno... ¿Cómo cree que deberíamos rodarla? ¿En español o en inglés?
Juanjo: ¿Muda?
Juanjo: ¿Podría darme su dirección de messenger? Así será más fácil intercambiar impresiones sobre el proyecto y...
Juanjo: Eh... Esto... Bueno... Le dejo aquí mi currículum y el dossier del proyecto... Mi número de teléfono está en los dos sitios... Llámeme cuando quiera... Seguro que podemos llegar a... algún tipo de acuerdo... ¡Ha sido un placer!
sábado, 21 de julio de 2007
VIBORG EN VIVO, digo... VIVO EN VIBORG
Antes de proseguir, voy a hacerles una seudo-panorámica de este “Interior. Noche”.
Como ven, es sobrio, espacioso, y sin cucarachas.
Pero no nos desviemos. Estábamos hablando de los zombies que atacarán este lugar. Y ustedes se estarán preguntando: ¿Cómo surgirán los zombies que ataquen Viborg?
La respuesta es muy sencilla. ¿Se han fijado que el lavabo empotrao de mi cuarto tiene un cartelito de “DO NOT USE”? Es posible que lo hayan puesto ahí porque llevamos más de una semana con AGUA CONTAMINADA en Viborg.
¡Como lo oyen! Al parecer hay una bacteria dañina en el agua, y aún no sabemos cuándo lo solucionarán. Es un principio un poco tópico para una peli de zombies, pero en el panorama actual post-binladen los zombies de guerra biológica tienen mucho tirón comercial. La putada es que suelen ser más rápidos que los clásicos...
Y a nuestro proyecto más le vale ser igual de rápido, si queremos volvernos a España con los deberes hechos.
Esta semana ha sido de toma de contacto. Pusimos a nuestros storyboardistas y artistas conceptuales a brainstormear, y han llenado todas las paredes de bocetos repletos de ideas interesantes.
A partir de la próxima semana, ya empezará a advertirse un atisbo de disciplina y dinámica de trabajo. Tor será responsable de las áreas de diseño y “universo”. Yo seré responsable del guión y el storyboard. Naturalmente, ambos dejaremos la puerta abierta a las aportaciones del otro.
Durante esta semana me he dedicado a mejorar el guión. Tras escuchar las opiniones de unos y otros, tomarle el pulso a la versión anterior y consultar a Alby, he escrito la cuarta versión del guión.
No respeté la decisión, naturalmente. Al mediodía me fui al centro de la ciudad a comprar artículos de primera necesidad: Sal, aceite de oliva español, y el séptimo libro de Harry Potter.
Estoy realmente contento con la nueva versión del guión, aunque no suelo fiarme de mis opiniones cuando la obra está recién salida del horno. Tendré que distanciarme un poco y analizar los nuevos cambios con perspectiva. De momento, parece ser que Tor está contento con ellos.
Mientras escribía, resonaba constantemente en mi cabeza la melodía que tararea Gizmo en Gremlins. Gracias, Jerry Goldmith. No te imaginas lo que me has estimulado durante los últimos días. Te mandaré una botella de vino a dondequiera que vayan los compositores magistrales cuando mueren.
La verdad es que, en cierto sentido, creo que lo que estamos haciendo con Zombie Western es una especie de “Gremlins con zombies”. Aunque me temo que nuestra peli tendrá bastantes más problemas con la calificación por edades.
Obviamente, el resultado final será la mezcla de ese espíritu con otros muchos ingredientes. Un proyecto como éste no puede concebirse sin la influencia de Raimi, de Leone, del Peter Jackson pre-gollum, de mi querido Spielberg...
Pero, por todos los santos... ¡qué grande es Joe Dante! Y eso me recuerda que debería recordaros que me recordéis que tengo que acordarme de ponerle a Tor “No matarás al vecino”.
Por cuestiones de agenda, los storyboardistas del proyecto van y vienen, y se quedan tan poco tiempo como Mary Poppins. Supongo que será un poco tedioso y frustrante eso de conseguir que un storyboardista entre en el tono de la peli, y justo cuando lo haya conseguido, se marche y tenga que volver a empezar con otro desde cero.
De un modo u otro, creo que no les cuesta demasiado trabajo meterse en el espíritu y el tono del proyecto.
Ya os iré contando cómo evolucionan las cosas por aquí. Mientras tanto, me despido con un par de fotos.
La primera podríamos titularla “Mi kit de supervivencia”:
Que está compuesto por un termo que lleno todas las mañanas con té rojo, un recipiente para hacer infusiones, que utilizo para hacerme más tés cuando he gastado todo el que hay en el termo (como cuando a Bruce Willis se le agota el cargador de la ametralladora y saca la pistola) y, por último, ese Harry Potter and the deadly hallows que aguarda en mi mesita de noche. Espero poder leerlo antes de que los spoilers empiecen a lloverme por doquier.
La segunda foto podría titularse “kit de supervivencia número 2”:
Que es la cena que nos hemos preparado esta noche Raúl y yo, para rememorar el Pony Pisador. Huevos fritos (daneses pero ecológicos), pimientos, un poquito de sal, un chorizo español como Dios manda, y un queso manchego delicioso. Los dos últimos ingredientes los trajo Raúl de nuestra patria.
Esto sigue siendo muy raro. Raúl y yo comentábamos esta tarde que deberíamos relatarle nuestras experiencias a Fernando León de Aranoa, para que escriba una peli sobre dos españoles que tienen que vivir en Dinamarca. Incluso hemos imaginado ya qué clase de diálogos tendrían Javier Bardem y Luis Tosar en esa peli. Sería una gran Aranoada. Y si encima lo combinas con la cuestión del agua contaminada volviendo zombi a la gente en una antigua base militar, tienes el goya asegurado.
Y hablando de peliculones: Ayer nos fuimos al cine a ver Planet Terror, de Robert Rodríguez. Nos encantó. Hacía muuuuucho muucho tiempo que no salía tan contento de una sala de cine. Es una película imperfecta, pero MAGISTRAL. Nos alegró la noche.
Bueno, mis queridos nutties. La cama me espera, con su edredón escandinavo y su hada devoradora de hígados.
martes, 17 de julio de 2007
EL HADA DE LA BASE MILITAR
Alguien debió pensar, no sin cierta lógica, que no hay ningún sitio como una antigua base militar para trabajar en una peli de zombies.
Uno pasea por el recinto (vallado, por supuesto) y se siente dentro de las páginas de “Walking Dead”. Nuestros dormitorios no desentonarían en la base de “28 días después”: Austeros, sobrios, desangelaos... Pero son habitaciones agradables y amplias. Aunque la cama rechine a cada movimiento como si fuera el mástil de la Perla Negra. Aunque no haya cortinas, sino unas endebles persianas made in Ikea que invitan a desayunar al sol, sin mi permiso, a las seis de la mañana. Aunque las luces sean de enfermizos tubos fluorescentes.
Todo eso da un poco igual. Son cómodas, y pillamos internet inalámbrico desde la habitación. ¿Qué más se puede pedir?
En el escritorio del dormitorio hay una carta que da la bienvenida al recién llegado, diciéndole que aporte su granito de arena dejando un cuadrito o cualquier otro “toque personal” en la habitación, para entre todos disimular que “once upon a time” el recluta patoso pudo volarse los sesos en este cuarto. La carta está firmada por: “El hada de la casa”.
Sí. Escalofriante, ¿verdad? Creo que dejaré aquí un cuadrito con un dibujo del hada de la casa surgiendo de debajo de la cama y comiéndose los ojos de un invitado. O algo por el estilo.
Lo cierto es que, ya sea por la cuestión base militar o por razones más tétricas, las buenas ideas están brotando como hongos por doquier. Tenemos a gente bastante talentosa trabajando con nosotros: Suner y Jacob (a los que ya presenté hace un par de posts), Thore (ojo, no confundir con Tor), Biane... (Obviamente me estoy inventando la manera en que se escriben esos nombres...)
Y hoy hemos recibido a otro colaborador. ¿Recordáis aquél chico del curso de storyboard llamado Lars, del que dije que me encantaría tener colaborando en Zombie Western? Bueno: Pues se ve que Tor también tuvo la misma idea, y le ofreció venir. Así que aquí le tenemos con nosotros. Comparte piso con Raúl y conmigo. ¡Y se ha traído sus raquetas de badmington!
Trabajamos todos los días de 9:00 a 17:00. Después de esa hora, uno es libre de seguir trabajando, o de disfrutar del tiempo libre de otras mil maneras. Estos dos primeros días he invertido ese tiempo libre en comprar avituallamientos para resistir un mes aquí sin morir de aburrimiento alimenticio, en intentos infructuosos de encontrar la lavadora disponible, para reducir la montaña de ropa sucia que llevo acumulando desde Copenhague, en hablar español con Raúl, para que no se nos olvide la divina lengua de Cervantes...
Me ayuda mucho tener aquí a Raúl. Como hablábamos el otro día Gonzi y yo, mi situación es similar a la de Frodo. Me han encomendado una pesada carga, tan honorable como jodida, y encima me mandan a Mordor, a miles de kilómetros de distancia de mi adorada Comarca.
Raúl es mi Sam Gamyi. Le necesito para afrontar todo esto. Y el camino es más agradable con él para rememorar Bolsón Cerrado, y para atrincherarnos en la cocina común y hacer juntos comida de verdad, cocinadita, calentita... variada...
Afortunadamente, nuestros colegas daneses son muy buena gente, y las barreras culturales prometen ir difuminándose poco a poco.
Nuestra reunión con el consultor de guión en Copenhague fue fructífera. El tipo entendió muy bien el guión, y nos señaló muchas cosas interesantes, y mucho potencial que todavía podíamos explotar más. Así que probablemente me embarque de nuevo en un proceso e reescritura, en busca de la cuarta versión, aprovechando también los utilísimos consejos de César, mi consultor de guión particular. ¡Mil gracias por tus aportaciones, César! Puede que me saques de algún atolladero.
De un modo u otro, y si no nos ponemos tiquismiquis, creo que podemos estar contentos con el guión que tenemos entre manos. Funciona bastante bien. Ayer organizamos una lectura colectiva, y hubo muy buena reacción por parte de la gente que se acercaba a la historia por primera vez. Todos se reían donde se tenían que reír, y aplaudían donde tenían que aplaudir.
Obviamente, sacaron a colación algunas cosas que no quedaban claras en la trama, pero eso es bueno, porque nos ayuda a hacer el guión cada vez más y más sólido.
Estoy cansado. Muy candado. El sueño por las noches no me cunde. Los días me desgastan. Es té me salva la vida a duras penas, y Raúl me ha traído dos paquetes de té rojo para reponer mis provisiones. Se trata de té rojo bengalí. Es más pornográfico que el té chino al que estoy acostumbrado, pero cumple su función.
Me voy a la cama, a ver si el puto hada de la casa me deja dormir mejor esta noche.
domingo, 15 de julio de 2007
JUANJO Y EL PRODUCTOR IMPASIBLE: SEXTA ENTREGA
Juanjo: Sé que la última vez que le propuse hacer la cuarta entrega de una secuela no pudimos llegar a un acuerdo. Aunque quizá fue culpa mía. Creo que no le ofrecí la secuela adecuada. Pero ése es un error que no cometeré hoy. Tengo la secuela perfecta para arrasar este verano:
¡¡ REGRESO AL FUTURO IV ¡!
Juanjo: Sí, estoy de acuerdo. Las tres anteriores nos dejaron el listón muy alto. ¡Pero también nos dejaron un auténtico filón para la cuarta entrega! Ya sabe a qué me refiero...
Juanjo: Como usted recordará, hay un momento en 1955 en el que hay cuatro Delorians en Hill Valley: El Delorian 1, en el que Marty viaja en la primera parte, el Delorian 2, en el que el Beef del futuro ha venido para darse el almanaque a sí mismo, el Delorian 3, en el que regresan Marty y Doc para intentar detenerle, ¡y un Delorian 4 que ha estado todo el tiempo enterrado en una mina abandonada!
Juanjo: Pues bien. ¿Qué ocurriría si la empresa de mensajería que le lleva a Marty la carta en la tercera entrega, fuese en realidad una tapadera de los nazis? ¡Los nazis analizan la carta de Doc, entonces descubren todo sobre los cuatro Delorian, y deciden robarlos!
Juanjo: ¿Para qué los quieren? Pues primero cogerán esos cuatro Delorians y los multiplicarán, viajando una y otra vez del 1955 al 2015 y viceversa, para multiplicarse. Y cuando lo hayan hecho el número suficiente de veces para tener un ejército de Delorians, ¡retrocederán todos a la vez hasta el año 1945, para ganar la Segunda Guerra Mundial!
Juanjo: ¡Imagíneselo! ¡Un ejército de Delorians comandado por nazis!
Juanjo: Obviamente, Doc Emmet Braun se sentiría avergonzado de sus compatriotas e intentaría detenerlos, mandando a Marty a 1945, que a su vez tendrá que convencer y pedir ayuda al Doc de diez años antes, que trabaja en un experimento secreto para los nazis (¡en el que puede haber obtenido las claves, aunque él no lo recuerda, para inventar el condensador de fluzo!)
Juanjo: ¿No ve un peliculón ahí? Sí, ya sé que Michael J.Fox y Christopher Lloyd no están para muchos trotes, pero podemos hacerlos en CGI. A Zemekis le encanta hacerlo así...
Juanjo: Además, tengo el título perfecto para la peli:
EL RELATO “DELORIAN´S RACE”
Juanjo: Claro que para que el título tenga sentido, hay que mostrar una carrera con todos los delorians. No sé muy bien dónde encajarla, pero ya la meteré con vaselina por ahí. Ésa es mi filosofía: “Nunca dejes que la lógica argumental te arruine un buen título”.
Juanjo: En fin... eh... ¿conoce usted a Robert Zemekis?
Juanjo: ¿Eso es un no?
Juanjo: Eh... Esto... Bueno... Le dejo aquí mi currículum y el dossier del proyecto... Mi número de teléfono está en los dos sitios... Llámeme cuando quiera... Seguro que podemos llegar a... algún tipo de acuerdo... ¡Ha sido un placer!
viernes, 13 de julio de 2007
ONCE UPON A TIME IN FUCKING COPENFUCKINHAGUEN
Confieso que me daba una pereza enorme venir, pero al final ha sido mágico.
Acabo de regresar del parque en el que hemos tenido la barbacoa de despedida. Entrañable.
He regresado caminando al hotel. Me he encontrado con un vagabundo y, aunque suene retorcido, me ha alegrado comprobar que también existen vagabundos en Dinamarca. Hace que la ciudad sea más humana.
Le di al vagabundo dos monedas grandes con un agujero en el centro. No sé cuánto valen esas monedas. Se parecen a nuestras antiguas monedas de cinco duros, pero a juzgar por el nivel de vida que se gastan en Copenhague, la moneda de cinco duros danesas deben valer lo suficiente para comprar un coche. El mendigo estuvo a punto de abrazarme.
Los taxistas daneses deberían aprender de los mendigos daneses.
Finalmente, he llegado a la conclusión de que Matt Luhn no me odia. Incluso me pidió permiso para fotocopiar algunos de mis dibujos para conservarlos. Fue un honor para mí.
Muchos de mis compañeros de seminario se sumaron en eso de alabar la “originalidad” de mis dibujos y mi hipotético “personal style”, pero yo sigo sin ver en ellos nada que no sea influencia de Tim Burton, Edward gorey, Quentin Blake, o cualquier pintor expresionista medianamente asequible.
Los daneses, una vez que uno los conoce o, mejor dicho, una vez que le conocen a uno, son gente agradable.
Uno incluso llega a perdonarles esa manía que tienen de ir en bicicleta a todas partes. Una bicicleta en un danés es tan normal como una sonrisa en un español, o un psiquiatra en la agenda de un ciudadano neoyorkino.
Más de la mitad de las bicicletas danesas son de color negro. Y, a pesar de eso, ¡cada danés es capaz de distinguir la suya! Del mismo modo en que los esquimales son capaces de distinguir entre muchos tipos de nieve, creo que los daneses tienen la percepción educada para distinguir matices imperceptibles que diferencian una bicicleta negra de otra.
Y es admirable ver cómo la aparcan en pleno centro de la ciudad y la dejan ahí, sin miedo de que nadie se la robe. Eso es algo inconcebible en España. Si dejas una bicicleta sin candado en pleno centro de Madrid, despídete de ella.
Aunque tal vez ésa es la razón de que España no tenga la tasa más alta de suicidios, y Dinamarca sí.
Mañana al mediodía, Tor y yo tenemos una reunión con un script consultant que nos dirá qué funciona en nuestro guión y qué no funciona. Cuando le oiga, decidiré con mi propio criterio qué funciona o no en el guión, y qué funciona o no en el script consultant.
Tras la reunión nos iremos a la península de Jutlandia. ¿A que mola el nombre? Ni siquiera sé si se pronuncia así. Asistiremos a una fiesta en casa de una tía de Tor, pasaremos la noche allí, y al día siguiente continuaremos nuestro viaje hacia Viborg, donde nos reuniremos con Raúl y Manuel, y empezaremos a trabajar en serio.
Y para terminar, voy a dedicar unas palabras a cada uno de los personajes que asistieron al seminario de storyboard. Ya sé que os importa una mierda cada uno de esos asistentes, pero por eso mismo es un ejercicio muy bueno para mí, tratar de describirlos en pocas palabras, y sin aburriros lo suficiente para escapar del blog.
Voy a ir mencionándolos según el orden en que se sentaban en clase:
LARS: Quizá uno de los más jóvenes. Cabeza rapada. Cara de buena persona. Un equilibrio perfecto entre buenas ideas y gran capacidad de dibujo. Jugué al badmington con él en los descansos. Le he cogido mucho cariño. Parece ser que volveré a verle en Viborg. Si de mí dependiera, le elegiría para trabajar con nosotros!
CARMEN: ¡Una de mis favoritas! Ecuatoriana adoptada por daneses desde una edad muy temprana. Tan temprana, que apenas recuerda una palabra de español. Me resulta muy familiar, porque es como coger a mis amigas Adrienne, Paty y Yoana, y meterlas dentro de un mismo cuerpo. Muy humilde, con mucho mundo exterior, y una manera muy graciosa de comunicarse: tímida, expresiva y teatral al mismo tiempo.
MERLIN: Inglés. Delgado pero atlético. Rasgos afilados pero benévolos. Pelo plagiado de Tintín. Trabaja como animador en Aardman. Uno escucha sus experiencias laborales y le oye hablar de sus hijos, y se siente pequeñito. Debe tener treintaitantos, pero aparenta veintipocos.
SABINE: La admiro. Tremendamente. Su aspecto es como Gwylneth Paltrow, con un par de kilos más (sólo un par), e interpretando el papel de Julie Andrews en Sonrisas y Lágrimas. Su risa es sonora y contagiosa. Sus ideas son sencillas y brillantes. Es decir: Sencillamente brillantes. Y los dos cortos de animación que ha dirigido son para quitarse el sombrero. Estoy convencido de que esta chica dará que hablar.
UN DANÉS QUE NO SÉ CÓMO SE LLAMA: Creo que también le veré en Viborg. Es agradable. Viste con camisa y chaqueta, como los alumnos de “El club de los poetas muertos”. Lleva a clase su portátil, y trabaja en él, en lugar de en papel y lápiz, como el resto de los mortales. Con dos o tres trazos es tan efectivo como McGyber con el puto Quimicefa.
ESTEFANIA: Una señora italiana. De Turín. Debe tener cuarenta y tantos años. Apariencia hippie. Es profesora de cine. No se gana la vida dibujando, pero dibuja realmente bien. Es la que más problemas tiene con eso de entender el inglés. Es especialista en hacer saltar la alarma de la Escuela Danesa de Cine. Pero eso está bien, porque Dinamarca necesita bailar al son de más música de alarmas.
ANDREAS: Es sueco. Pero es lo contrario de lo que uno espera de un sueco. Pelo negro. Mirada igual de negra, y penetrante. Tranquilo, introvertido. Su estilo de dibujo es uno de mis favoritos. Económico, sencillo, pero increíblemente efectivo. Parece muy buena persona.
OTRO DANÉS QUE NO SÉ CÓMO SE LLAMA: Pero es muy simpático y expresivo, y tiene muy buenas ideas para hacer cortometrajes.
MADS: Piel casi albina, pelos casi pelirrojos recogidos en una coleta. Le he cogido muchísimo cariño. Fue uno de los primeros que vi cuando llegué a la Danish Film School. Estaba en el Césped, fumándose un cigarro. Parecía el típico “outsider”. Como un personaje de Kevin Smith, o un miembro del gremio de Lady on the Water. Se nota que es muy, muy buena persona. Muy tranquilo. Dibuja muy bien, y tiene muy buenas ideas. Pero no sabe venderse a sí mismo, y eso le da más encanto. Alegró mi día cuando descubrí que hablaba bastante bien el español. Estuvo un tiempo estudiando en Perú. Es la única persona con la que I`ve been able to speak in spanish here. Su nombre y apellido se pronuncian “mess culino”. Así que ya os podéis imaginar los juegos de palabras en Perú.
El siguiente en la lista soy yo, pero no pienso describirme. Y junto a mí está Tor. Tampoco me detendré en él, porque ya he hablado bastante sobre él en este blog, Así que pasamos directamente a:
SOONER: No sé si se escribe así. Es danés. Muy rubio, frente amplia, bigote, gafas de pasta. Muy tranquilo. Muy atento con su esposa y su hijo. Es quizá el único storyboardista profesional del curso. Ha trabajado para mucha gente en Dinamarca, incluyendo el propio Lars Von Triers. Creo que dibuja mejor que nadie en este curso. Y tiene muy buenas ideas, y muy buenas nociones sobre composición. Le tendremos como storyboardista en Zombie Western, y será un gran honor para mí.
JACKOB: Me encanta. A veces casi parece español. Creo que mi amiga Yoana se enamoraría de él. Porque se parece a Sean Penn, y viste con ropas desastrosas, descuidadas, y lleva el pelo despeinado, y es desordenado por naturaleza. Hace sus dibujos en trozos rotos de papel, y tiene un puntito subversivo que no he detectado en ningún otro escandinavo. También lo tendremos en Viborg, trabajando en Zombie Western. Así que tendré tiempo suficiente para hacerle fotos y enviárselas a Yoana. Pero no volveré a verle hasta el lunes, porque ahora mismo está viajando hacia Alemania, para ver un concierto de Metallica.
¿Qué más decir sobre Dinamarca? Que está lleno de cisnes. Cada lago, cada río. En cualquier sitio donde hay agua, uno ve cisnes. Cada vez que me dan un vaso de agua, miro primero el interior antes de beber, por si hay un cisne dentro.
Nunca encuentro cisnes. Encuentro algo peor: ¡Rodajas de limón! ¡Estos putos daneses le ponen rodajas de limón al agua! ¡Sí, tío la bañan en esa mierda!
Prefiero los cisnes. Sobre todo las crías. Grisáceas y despeinadas, como en el clásico cuento del patito feo. Son tan adorables...
jueves, 12 de julio de 2007
JUANJO Y EL PRODUCTOR IMPASIBLE: QUINTA ENTREGA.
Juanjo: Bueno, es igual. Voy a contárselo a usted mientras él llega. ¡No vaya a ser que me caiga un piano en la cabeza y me muera sin poder legar al mundo la pedazo de idea que se me acaba de ocurrir! ¿Está preparada para escuchar el mejor argumento de los últimos treinta años?
Juanjo: Verá... El protagonista es un señor aristócrata, de ésos que tienen una mansión enorme y fuman puros caros, y se pasean con bata frente a la chimenea mientras toman una copa de coñac... Todo muy victoriano, ya sabe... ¿Lo está visualizando?
Juanjo: El caso es que cuando fallece la mujer del aristócrata, éste necesita soledad, reflexión... rehuye la compañía de la gente... Ahí es donde empieza el verdadero conflicto: Él quiere estar a solas, pero necesita, como buen aristócrata, un montón de criados que le limpien la casa. Y sólo hay una manera de tener un buen servicio de limpieza sin advertir su presencia:
¡¡Contratar a un montón de ninjas para que le limpien la casa!!
Juanjo: Porque los ninjas son sigilosos... Si se lo proponen, pueden parecer casi invisibles. No me refiero a un ninja cualquiera, sino a ninjas bien entrenados. ¿Quién no ha deseado alguna vez tener criados ninjas, capaces de hacer su labor sin quitarte intimidad, sin impedirte ver la televisión tranquilamente?
Juanjo: Pero cierto día, los ninjas deciden revelarse contra el aristócrata, e intentan asesinarle. No sé todavía bien por qué motivo. Pero eso es secundario. No se fije en los detalles. Céntrese en la trama.
Juanjo: ¿Cómo lucha un aristócrata viudo contra un grupo de mercenarios ninjas entrenados para limpiar y matar? Obviamente, será una peli sin tregua ni descanso. El aristócrata siempre escapará por los pelos de los ataques ninja. ¡Porque si no escapase por los pelos, no sería creíble!
Juanjo: Finalmente, el aristócrata irá matando a los ninjas con la escopeta que hay colgada sobre la chimenea. ¡Que era la misma escopeta con la que solía matar leones y watusis en áfrica! Quizá habría que poner un par de flash-backs de África, para mostrar cómo el aristócrata es ducho en el manejo del rifle. Incluso podemos hacer que la muerte de su esposa sea en África. Él la mata de un disparo, accidentalmente, confundiéndola con una jirafa, o un watusi. Eso le daría profundidad al personaje.
Juanjo: Al fin y al cabo, los ninjas son como los watusis: Larguiruchos y oscuros. Así que en cierto modo, el prota está acostumbrado a disparar contra enemigos de ese tipo. Y cuando los ninjas desenvainen las espadas, pueden traerle a la memoria los cuernos de los rinocerontes, y hacerle disparar automáticamente, con precisión implacable.
Juanjo: Y ése es, a groso modo, el argumento de ¡¡ NINJA TIDEN !!
Juanjo: Será como fusionar El Guerrero Americano con aquellas pelis míticas de la factoría Corman. Es una pena que muriese Vincent Price. Sería perfecto para interpretar al aristócrata.
Juanjo: El poster mostrará al mayordomo de Vernel, con un shuriken clavado en la frente, y toda la sangre tiñendo de rojo el algodoncito. Y la frase del tag-line será:
Juanjo: Eh... ¿Cree que su jefe tardará mucho en llegar?
Juanjo: Eh... Esto... Bueno... Le dejo aquí mi currículum y el dossier del proyecto... Mi número de teléfono está en los dos sitios... Llámeme cuando quiera... Seguro que podemos llegar a... algún tipo de acuerdo... ¡Ha sido un placer!