No os alarméis. Sigo teniéndole cariño a fenómeno blog. Simplemente quería provocar un poco.
Una vez leí una crítica muy destructiva hacia los ególatras que usaban sus blogs para cosas tan triviales como hablar de sus vidas, y decir qué peli vieron el sábado anterior, o qué música están escuchando mientras escriben.
Yo ahora estoy escuchando “La cabra mecánica”.
La peli que vi ayer fue Stardust.
Una vez leí una crítica muy destructiva hacia los ególatras que usaban sus blogs para cosas tan triviales como hablar de sus vidas, y decir qué peli vieron el sábado anterior, o qué música están escuchando mientras escriben.
Yo ahora estoy escuchando “La cabra mecánica”.
La peli que vi ayer fue Stardust.
Me gustó mucho. Vi en ella a un Neil Gaiman influenciado por La princesa prometida. Y cualquier cosa influenciada por La princesa prometida es buena para este mundo, aunque se trate de un genocidio. Tenía algunos detalles que me recordaron al par de novelas que escribí hace seis o siete años (El ladrón de cabezas y El hombre de la capa roja), cuando también yo estaba influenciado por La princesa prometida. Posiblemente eran novelas más torpes y pueriles que la de Gaiman, y en alguna de ellas escribía pensando más en la película que podía salir de ahí que en la calidad literaria de la novela. Supongo que mis primeras novelas eran más bien historias que habría querido escribir en guión, pero era muy perezoso para aplicar ese coñazo de: Sec 7. Cementerio. Interior. Noche.
Pero volvamos a Stardust y dejemos de hablar de yo, yo, yo, yo, yo. Que esto se empieza a parecer a un blog.
La peli de Stardust me regaló algo que hacía tiempo que no me regalaban: Sentarme en el cine y que me cuenten un cuento. Creo que no me sucedía desde Shyamalan. Por lo demás: Factura bastante decente. Acertado equilibrio entre acción, humor, amor, magia y cocodrilos destripados. Banda sonora buenísima, aunque sospechosamente similar a otras dos o tres pelis, en algún que otro momento. Una Michelle Pfeifer ostentando con soltura el título de “cincuentona más guapa de Hollywood”, un Robert de Niro impagable.
Últimamente estoy viendo muchas cosas que entroncan con esa magia de cuento de hadas. Son la clase de cosas que yo solía hacer, y tengo ganas de volver a hacerlas. Es el terreno en que más cómodo me siento.
La novela número trece sigue avanzando lenta pero constante. Llevo escritas cerca de 15.000 palabras, que no es gran cosa, pero es posiblemente más de la mitad de lo que va a durar la obra.
Creo que la estoy haciendo así de corta porque lo paso un poco mal escribiéndola. No disfruto con las historias sórdidas. La historia me resulta desagradable, pero quiero terminarla, porque creo que es lo suficientemente interesante para merecer existir (aunque luego nadie le haga puto caso) y porque necesito sacarme esa obra de la cabeza cuando antes. El título de esta mini-novela es LA MIERDA. Con eso os podéis hacer una idea de por qué tengo tanta prisa en echarla fuera. Es lo que suele hacerse con la mierda, restregarla en un papel para quitárnosla de encima.
Cuando las musas me obligan a escribir algo desagradable, prefiero hacerlo corto (como Poe) en vez de hacerlo largo (como Tolstoi). No recordaba haberlo pasado mal escribiendo novela desde otra novela corta que escribí hace años, titulada El Grito de la Mandrágora.
No obstante, hoy ha sucedido algo que mitiga mi angustia. Se trata de un momento que se da durante la gestación de cualquier novela. A veces llega al principio, a veces en la mitad, a veces más bien tirando hacia el final. Intento decir que hoy ha sido el día en el que he descubierto cómo terminará la novela. De esa manera he convertido en certeza lo que hasta hoy había sido una sospecha: La novela va a ser corta. Tan corta, que quizá el término novela le venga demasiado grande. Como mucho llegará a las 30.000 palabras, o a lo mejor ni eso. No es algo que me preocupe. Nunca he escrito “al peso” y, por otra parte, es un alivio saber que ya queda poco para terminar esta novela y poder pensar en otras cosas un pelín más luminosas.
Con respecto a los proyectos de los que se supone que debería hablar en este blog, hay pocas novedades que no sean “alto secreto”. Lo único reseñable es que recibí un mail según el cuál el día 8 de noviembre proyectan Gritos en el Pasillo en el cine Doré (la Filmoteca), como candidata a las nominaciones de los Goya.
Las posibilidades que tenemos de conseguir nominaciones a los Goya son de 0,000000000000000001 por ciento. Donde sí hemos obtenido nominaciones a cascoporro es en los Anacardos de la Academia.
No sé si esos pases en la filmoteca son sólo para académicos o si puede asistir cualquiera. Si son de libre entrada, ya lo sabéis: Si alguno se quedó sin ver Gritos en el Pasillo, o si alguno tiene ganas de volver a verla en pantalla grande, o si alguien conoce a alguien que se la perdió en la semana del estreno y desde entonces no puede conciliar el sueño por culpa de los remordimientos, el 8 de noviembre sería una oportunidad para remediar cualquiera de esas cosas, a menos que el pase sea exclusivo para todos esos académicos que probablemente no la verán, y más probablemente todavía no la votarán.
16 comentarios:
Es curioso la curiosidad que me entra cada vez que hablas de cosas que has escrito. Para empezar me entra curiosidad por saber cómo organizas tu tiempo para hacer tantas cosas molonas (empezando por Gritos en el Pasillo, claro), y luego por ver qué tal escribes, ajajaj.
Saludddd
De cuando yo iba a la Filmoeca recuerdo que esos pases eran para público en general. Vamos que pagabas la mini-entrada y pasabas. Si es en la Sala 1 será bonito verla en un cine antiguo con telón, columnas y un piano de cine mudo.
Por cierto ¿Quién te dijo que leyeses la novela de "La princesa prometida? jejejejej creo que te gustó más que la pelicula. A mi me gusta más.
Kachupey: Organizo mi tiempo hacienco tantas cosas ¿molonas? porque no soy útil para ninguna otra cosa ;P ¿Sigues por Flandes?
Rafa: Creo recordar que nosotros estamos en la sala 2. Gritos siempre está en la peor opción ;P
Sí: Tú me recomendaste La princesa prometida. Es por cosas como ésa que te perdono por disuadirme de ver El Club de la Lucha en pantalla grande ;P
La película es mucho mejor que la novela de la Princess Bride, vamos, al menos en mi opinión. Pero no hablemos de mí, que este es tu blog...
Yo quiero saber más sobe La Mierda ¿Está protagonizada por moscas o yonquis? ¿Sale Ben Stiller? ¿De las 30.000 palabras cuantas son "Mierda"?
Adorable saber que los Nuts favoritos de la humanidad van a estar en el Cine Doré. Estoy deseando ver a Protagonista y Enfermero con Esmóquin.
Pues le pegaba mas a la sala 1. Incluso habría estado bien que no hubiese banda sonora, sino una ancianilla al piano tocando los temas musicales.
Como los Goyescos tiene tan buen ojete clínico y crítico...
La metáfora mierdosa no tiene precio, vamos, ni martescard.
En cuanto a Stardust la han cogido con ilusión, aunque en días pasados ya hubo películas "melasacodelamangagraciasaHarryPotter".
Los cacahuetes, ¿irán cada uno en su cuenco de lujo? ¿No sería mejor compartir para contaminar menos?
Kike: La novela de La Princesa Prometida me parece mejor que la película. Pero como la produce y escribe el mismo tío, es lógico que las dos cosas sean muy buenas.
Con respecto a "La mierda", como preveo terminarla en breve, ya te la mandaré si quieres :)
Rafa: Confirmado. Estamos en la Sala 2. Y según el calendario, mi nombre es Juan José RODRÍGUEZ Mascaró.
Pani: Tienes razón... Mi mente se había olvidado de cosas como Narnia, y de la decepción que me produjeron las dos últimas pelis de Potter. Los cacahuetes irán cada uno en su cuenco. Y como la fecha no está muy lejos de Halloween, serán "cuencos de la cripta" ;)
Juan José Rodríguez Mascaró...
Umm, me suena ese nombre: ¿no es el tipo que colaboró en la segunda versión del guión de "Martín", tal y como escribió Mario en la portada del mismo?
Tómalo como una buena señal...
¿Por qué? Porque lo digo yo y yastá.
Ese último anónimo era mío...
A ver si es que no es tu pelicula, sino la de tu otro "yo" que vive en un universo paralelo. (Acuérdate de Modesto /Ernesto). El "Gritos" de Juanjo Rodríguez está protagonizada por mazorcas de maíz, no por cachuetes...
Yo leí la versión "De las partes buenas" de La Princesa Prometida, la recopilación de William Goldman y me encantó. Pero, aún así, prefiero la película...
Y a ver si voy en breve a ver Stardust, que tengo muuuchas ganas.
Taluego!
César: En Martín, pa cuatros frases mías que hay, no me importa firmar bajo pseudónimo ;P
Rafa: Va a ser eso. No había caído en ello...
Álvaro: ¡Cierto! ¡Siempre me olvido de que La Princesa Prometida la escribió en realidad el señor Morguernstern! ;P A ver si un día de estos quedamos para ese corto. En cuanto sepa qué huecos puedo tener te escribo!
Por cierto, Kike: De momento, en las más de 15.000 palabras que llevo escritas, aparece la palabra "mierda" catorce veces.
Así que es de esperar que la novela contenga esa palabra unas treinta veces.
:P
Pues no debería, porque cuando rodemos "Martín", sabes que vamos a cambiar por completo el panorama del cine apañol... Y te conviene estar ahí ;)
El viernes estuvimos Mario, Gonci, Raúl y yo fantaseando sobre quiénes serían los protas ideales si rodáramos la peli en inglés (para darle proyección internacional): Nathan Fillion sería nuestro (Mario y mío) Martín ideal, y Jeffrey Combs, Salamandra... Yo votaba por Lance Henricksen para German (dándole un cambio de registro brutal a su carrera), pero no termino de convencer...
Si Martín cambia el panorama del cine español, no creo que sea gracias a mis cuatro frases, así que será justo que no me suba al carro de la fama. Eso sí: Iré a verla al cine siete veces, para superar mi record de Amélie ;P
¡Eso de que mi personaje lo interprete Jephrey Combs es un honor!
Cojones! Stardust mola eh? eso me han dicho tus ex-compañeros de piso y ahora me lo dices tú...ummm
veremos siii veremos.Seguro que no sale jeremy Irons con disfraces raros por ahí? mira que tiene pinta....
A ver que pasa con Gritos,ojalá los planetas se alineen y reciba alguna nominación.
Abrazuskis.
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